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El Asperger, a día de hoy, se incluye dentro del espectro de autismo (TEA), y si tu hijo está diagnosticado con ese síndrome, seguro que ya estás familiarizada con lo que implica en su comportamiento. Aún así, al crecer, se producen cambios y es importante tener claves para entender a un adolescente con TEA. Si de por sí se trata de una etapa complicada para cualquier adolescente, el síndrome de Asperger no facilita las cosas. Para entender a un adolescente con TEA es fundamental tener claves como las que te compartimos a continuación.
Eso sí, no hay que olvidar que, más allá del diagnóstico, cada persona es diferente y muestra sus propias particularidades. Además, hay que tener muy presente que el TEA no es una enfermedad, sino una condición que hace que nuestro hijo se exprese y relacione de una forma particular. Es decir, el TEA no es algo que haya que curar, pero sí tener toda la información relevante para acompañar a tu hijo de la mejor manera posible.
Este rasgo no se muestra solo en la adolescencia, pero puede ser más clara en esta etapa de su vida. Cualquier tema, sorprendente o común, puede ser de su interés y desarrollar por él una fijación. Querrá conseguir toda la información que le sea posible y esto puede ocuparle horas, captando toda su atención.
La falta de empatía o la dificultad para entender el punto de vista de los demás es habitual en los adolescentes diagnosticados de Asperger. Aunque esto suele considerarse un rasgo de insensibilidad, no es así en quienes tienen TEA. Tienen un déficit en la llamada teoría de la mente, que se refiere a la capacidad que tenemos para detectar lo que otras personas piensan, sienten o creen.
O no la entienden o les cuesta entenderla, por lo que la ironía les supone una dificultad de comprensión que no tienen con el lenguaje literal. También muestran dificultad para entender los dobles sentidos o algunas bromas. Para comunicarse con un adolescente con Asperger lo mejor es utilizar un lenguaje claro y directo, con preguntas y afirmaciones concretas.
La adolescencia es la etapa de la vida en la que empiezan a surgir los sentimientos de carácter romántico por otras personas. Es un terreno en el aparecen nuevas señales de comunicación, como el lenguaje no verbal, que puede costarles mucho entender. Para ayudarles a entender qué les quieren decir con determinadas miradas, gestos o frases lo mejor es habla directamente con ellos y resolver sus dudas.