¿Embarazada en verano? Puede sonarte a pesadilla, porque al calor que hace en esta época del año, hay que sumarle que tu cuerpo tiene una temperatura superior a la habitual. Puede que te cueste dormir por las noches y que se te hayan hinchado los tobillos, sobre todo si estás en la recta final. Pero, aunque no lo parezca, vivir tu embarazo en verano tiene ventajas, sobre todo si te has podido tomar unas vacaciones antes de afrontar la maternidad con plenitud. Son las siguientes, y te recomendamos que no las pases por alto.
Las cosas como son: nadie se merece más ser perezosa que tú. Así que pide ayuda a tu entorno de confianza, como tu pareja o familiares, para centrarte en ti y en tus cuidados. Si ellos también están de vacaciones, puede que te conviertas en la mimada de la casa, y eso es lo que necesitas en este momento.
Sí, hace más calor que el resto del año y tú tienes más calor del habitual, pero es sin duda la mejor época para bajar los grados con un refrescante baño en la piscina o en el mar. Además, dentro del agua te sentirás ligera y te olvidarás del peso de la barriguita, así que disfruta de cada baño. Y de paso, no hará falta que acumules mucha ropa premamá porque pasarás el día en bikini o ligera de ropa.
Es lógico que te sientas más cansada y más somnolienta. La combinación embarazo y calor es lo que tiene. Aprovecha para dejarte seducir por las siestas, en diferentes momentos del día. Busca un lugar fresco o que corra la brisa y abandónate al descanso sin culpa.
En verano es mucho más fácil seguir una dieta sana y equilibrada, que es lo que más te conviene en esta etapa de tu vida. Las frutas de verano son refrescantes y apetecibles, los gazpachos en todas sus variedades son ideales para comer hortalizas, y más de un día querrás tomar pescado a la plancha, legumbres en ensalada o batidos de leche y fruta bien fresquitos.
Lo cierto es que cuando des a luz tendrás menos tiempo para ti misma que ahora, así que regálate esos mimos que tan bien sientan como darte un masaje, hacerte la pedicura o estrenar corte de pelo.
El verano es una época en la que es difícil que no te apetezca hacer cosas diferentes a las que haces el resto del año. Mide tus fuerzas y aprovecha para dar paseos, salir a cenar, leer un libro o, por qué no, poner a punto la habitación del bebé. Hazlo sin estrés y concédete disfrutar en esta recta final del embarazo.