Durante el embarazo, uno de los muchos cambios físicos que se producen es que el azúcar en sangre se eleva ligeramente. Se generan hormonas en grandes cantidades, y una de ellas provoca cierta resistencia a la insulina. Cuando esa resistencia es mayor de lo debido y se elevan demasiado los niveles de azúcar se produce la llamada diabetes gestacional. Se debe mantener bajo control para que no haya complicaciones de salud, ni para la madre ni para el bebé. Pero, además, hay que tener en cuenta las posibilidades de ser diabética tras padecer diabetes gestacional. Te lo contamos.
Como te decíamos, el principal riesgo de la diabetes gestacional afecta directamente a la salud de la madre y del bebé, por lo que ha de realizarse un correcto seguimiento de la misma tanto en el embarazo como después del parto. Suele detectarse hacia la mitad del embarazo, y tiene los siguientes riesgos:
Aunque la diabetes gestacional puede darse en cualquier mujer embarazada, hay factores que propician su aparición: tener más de 30 años, sedentarismo, sobrepeso, enfermedades cardíacas, síndrome de ovario poliquístico (SOP) o hipertensión.
Tener diabetes gestacional no significa que vayas a ser diabética después del parto, aunque sí es cierto que aumenta el riesgo de padecer diabetes tipo 2. Lo esperable es que los niveles de azúcar vuelvan a sus niveles normales una vez que ha nacido el bebé, pero entre el 15 y el 70% de las mujeres terminan desarrollando con el tiempo diabetes tipo 2.
Es cierto que no hay una causa única que determine que una mujer que haya tenido diabetes gestacional tenga diabetes más adelante. Pero sí lo es que todas las precauciones que podemos tomar para reducir las posibilidades de desarrollar diabetes en nuestra vida en general, se pueden aplicar al caso particular de las mujeres con diabetes gestacional. La principal recomendación es, en la medida de lo posible, recuperar el peso anterior al embarazo, evitando en cualquier punto el sobrepeso. Un alto porcentaje de mujeres que alcanzan un buen peso tras padecer diabetes gestacional no desarrollan diabetes tipo 2.