Almudena Cid es una mujer nueva y renovada. Casi dos años después de su inesperada ruptura con Christian Gálvez, la exgimnasta ha logrado superar ese bache que la dejó totalmente devastada. "Lo he pasado muy mal, realmente mal. Sentí que mi vida entera se había ido", ha dicho la actriz, que ha reconocido que, aunque ya es capaz de poner distancia a todo los sucedido, aún necesita tiempo para terminar de recuperarse, dejar atrás su pasado y colocar todas las piezas del puzle. "He atravesado un proceso traumático y necesito estabilizarme emocionalmente porque todavía recuerdo muy fuerte todo, pero como que lo tengo colocado, sé ponerle distancia, lo hablo, entro en contacto con la emoción que me provocaba todo aquello porque soy muy empática, pero ahora soy capaz de disfrutar".
Tras un largo proceso de reflexión y análisis en el que ha tenido que aprender a que su felicidad no dependía de esa persona sino que ella era, es y será una mujer capaz, fuerte y válida. Más sincera que nunca, ha confesado fueron momentos muy duros y que salir del pozo ha supuesto todo un proceso de reconstrucción personal. "He entendido que mi valía depende de mí, que yo no dejé de ser o de tener lo que había construido como persona. Sentía que me había desenvuelto a lo largo de mi vida desde un lugar donde yo no era la protagonista y pensé que nadie me iba a llamar, que no iba a tener trabajos, que nadie me iba a querer...Me empecé a ahogar y lo veía todo negro", ha confesado sobre aquella etapa tan dura en la que por suerte no estuvo sola. Su familia y sus amigos se volcaron con ella y le tendieron la mano para que pudiera salir adelante.
Consiguió salir adelante y ahora, casi dos años después de aquella traumática ruptura, es más feliz que nunca junto al exfutbolista Gerardo Berodia, con quien no descarta convertirse en madre en un futuro. "Ya veremos, esto es muy pronto", ha dicho con una sonrisa que delata que se encuentra en un gran momento personal.
La pregunta sobre la maternidad la persiguió durante muchos años durante su relación con Christian Gálvez. Eran una de las parejas más estables del panorama social español y la prensa parecía ansiar que ampliaran la familia. Sin embargo, no llegó el momento. "Menos mal", ha dicho ahora Almudena, que ha reconocido que ser madre siempre había entrado en sus planes, pero que algo hizo que ese deseo cambiara. "Como ocurrieron cosas, algo cambió en mí, menos mal. Creo que el cuerpo es muy sabio y sabía que no, aunque... Siempre he pensado en esa experiencia, no lo sé, pero sí que doy gracias por no haberlo sido", ha dicho aliviada y pensando en que el divorcio podría haber sido mucho más complicado si hubiera habido niños de por medio.
Gerardo Berodia le ha descubierto a Almudena una nueva forma de amar muy diferente. Aún tiene que seguir trabajando en este aspecto, pero ya lleva un buen camino recorrido. "Tengo que trabajar otra forma de ver las relaciones y necesito mi tiempo, pero estoy viviendo un momento maravilloso. Yo creía que estar enamorada era lo otro, entonces ahora digo: '¿Qué es estar enamorada?' Estoy como descubriendo", ha dicho.
El proceso ha sido duro, pero dos años después de la ruptura ha podido perdonar lo que pasó. Sin embargo, su perdón no tiene nada que ver con Christian Gálvez sino con ella. Esa ha sido la forma de poder seguir su camino. "Sí, pero porque no tiene que ver con él, tiene que ver con perdonarme yo, con aceptarme yo, no tiene que ver nada con la otra persona, todo es sobre mí, sobre cómo entendí yo la vida después de la gimnasia. Entendía que sacrificándome conseguía cosas y en mi vida en pareja pensaba igual, que sacrificándome conseguía cosas y no es así", ha explicado una Almudena Cid más feliz que nunca.