El pasado mes de junio, María Pombo y Pablo Castellano ampliaron la familia que habían comenzado a formar a finales de 2020 con el nacimiento de su primogénito, Martín. Hace apenas cuatro meses que la influencer dio a luz a Vega, la segunda hija del matrimonio. Como ocurriese con su primera maternidad, la pequeña de las Pombo ha compartido durante todo este tiempo su experiencia, que inevitablemente ha comparado con la vivida hace ya casi tres años. Uno de los puntos sobre los que se ha pronunciado recientemente ha sido sobre su rápida recuperación posparto, muy distinta a la vivida anteriormente.
La creadora del SuaveFest se pronunció sobre este hecho poco después de haber dado a luz a Vega. Apenas dos semanas después del complicado parto, que acabó resolviéndose mediante cesárea, María compartía con su parroquia de tres millones de seguidores, el cambio que había experimentado su cuerpo en el lapso de tiempo que ya había transcurrido.
Sus seguidores se quedaron entonces en shock ante la rapidez con la que la creadora de contenido había podido recuperar su forma física. "Madre mía, María, estás divina después de una cesárea", se pudo leer entre los comentarios de sus publicaciones entonces, entre mensajes de usuarios apuntando que el suyo no era un caso habitual.
Ahora, la influencer ha profundizado en ello, revelando qué hay detrás de esta veloz evolución de su cuerpo. No existen fórmulas mágicas, según lo que ella misma ha revelado en sus stories de Instagram, mientras se mostraba en el gimnasio: todo es fruto de la constancia en la práctica de actividad física que ha realizado después pero sobre todo antes de dar a luz. Una rutina de ejercicios que realizó en compañía de su entrenadora, Crys Dyaz, y sobre la que se ha sincerado ahora.
María reconoce que fueron meses duros: "Lloraba mientras entrenaba de lo mucho que me costaba", ha admitido, apuntando que, por entonces, pensaba que tan solo le estaba sirviendo para ponerse de mal humor, sentirse cansada con el mínimo movimiento, "engordar y retener líquidos". Dyaz le pidió que no se rindiera y que tuviese fe en los resultados, que se apreciarían mejor una vez diese a luz.
Así ha sido. "Aquí estoy, tres meses de posparto, me he recuperado muchísimo antes que con el embarazo de Martín", ha reconocido, mencionando, además, que durante su primera gestación apenas entrenó "tres veces contadas". En el mensaje que ha compartido en sus redes, Pombo ha querido agradecer sinceramente a su entrenadora el proceso. "Estoy agradecida a mi cuerpo por ser tan sabio y tener memoria", ha explicado a sus seguidoras, a quienes ha querido admirar: "Si estás embarazada, esta es una señal para que no dejes de entrenar, aunque lo hagas llorando".