Lo dicen los expertos y la Organización Mundial de la Salud (OMS): hay que reducir el consumo de azúcar de los niños. La publicidad de productos dulces dirigida a los niños, unida a otros factores como el desconocimiento de los azúcares añadidos o el ritmo de vida propician que nuestros hijos consuman más azúcar a diario de la que es recomendable en su alimentación.
Como progenitores pretendemos que la alimentación de los hijos sea saludable, pero contener el exceso de azúcar es una de las batallas más complicadas. Con todo, hay que esforzarse por conseguirlo, ya que las consecuencias para la salud de los niños tienen una evidencia científica que no debemos pasar por alto: caries, diabetes, obesidad, problemas cardiovasculares… Así que toma nota de estos consejos para poder reducir la cantidad de azúcar que toman tus hijos y conseguir que su dieta sea más sana.
La fruta no puede faltar en la alimentación diaria de los niños (ni de los adultos), y es el mejor postre que pueden tomar en las comidas. La fruta está repleta de vitaminas y puedes ofrecerla con presentaciones vistosas y divertidas que la hagan aún más apetecible.
Entendemos que la falta de tiempo es la principal culpable de que muchas meriendas a la salida del cole se resuelvan con galletas y bollos de todo tipo. Pero con un poco de esfuerzo, incluso dejándolo preparado en la nevera la noche anterior, puedes llevarle a tu hijo bocadillos variados, ricos y saludables. Con ellos evitarás el exceso de azúcar, le ofrecerás una gran variedad de nutrientes y aguantará sin hambre hasta la hora de la cena. También puedes llevar fruta partida mezclada con frutos secos al natural para contener las ganas de dulce que puedan tener a esas horas.
Parecen inofensivos, pero no lo son. Los refrescos y zumos embotellados contienen una gran cantidad de azúcar que es conveniente evitar. El agua es lo mejor que pueden beber tus hijos en cualquier momento del día, además de leche sin azúcar añadida. Deja que los refrescos sean una excepción para ocasiones especiales y no permitas que supongan una tentación para ellos guardándolos en la nevera.
El azúcar encubierto es una de las grandes trampas alimenticias que hace que, sin saberlo, consumamos más azúcar de la que deberíamos. Para no caer en esto, presta atención a lo siguiente: