El pasado 30 de marzo, Gisela vio cumplido su sueño de ser madre. La cantante y su marido, José Ángel Ortega, con el que mantiene una relación desde hace más de ocho años, dieron la bienvenida a su hijo Indiana. El embarazo de Gisela no fue nada fácil: la cantante sufrió un cólico nefrítico por el que tuvo que estar varios días en el hospital, bajo la supervisión de los médicos. Además, cuatro días después de dar a luz, la artista tuvo que ser operada, un procedimiento que fue pautado con antelación con el hospital. Gisela fue intervenida de las piedras en el riñón, responsables de sus problemas durante el embarazo.
Ahora que se encuentra en casa ya recuperada de su intervención, Gisela está dando sus primeros pasos como mamá, aprendiendo día a día de su bebé, implicada de lleno en esta nueva faceta. La extriunfita se está enfrentando a nuevas adversidades como la falta de sueño por la alimentación de su bebé: "Esto es un no parar. Me paso dos horas para darle de comer y luego otra hora. Tengo entre toma y toma una hora. Yo no sé, va a explotar de tanto comer", ha reconocido en Instagram.
La de Barcelona ha confesado a sus casi 200 mil seguidores que hay algo que le "preocupa mucho" y es que su bebé come muy bien, pero no hace de vientre. Por este motivo, la artista dedica gran parte de su tiempo a masajear a su hijo: "Yo me paso ahí un buen rato dándole masajitos, moviéndole las patitas así para adelante y para atrás. Esa dedicación exclusiva ahora mismo", ha explicado a sus fans. Una dedicación que se ve compensada cuando mira a su hijo y se le "cae la baba".
La artista siempre había deseado ser madre, un sueño que ha sido toda una carrera de obstáculos. La cantante estuvo durante cinco años buscando una maternidad de forma natural, pero sufrió dos abortos. Tras este duro golpe, José Ángel y ella decidieron buscar otras alternativas y tomaron la decisión de comenzar un proceso de fecundación 'in vitro'. Durante el procedimiento, Gisela se tuvo que hacer "cinco estimulaciones". "Es un proceso de mucha hormona, con muchos pinchazos…, en el que tu cuerpo sufre muchos cambios. Y de todo ese proceso solamente me quedó un embrión viable", explicó en una entrevista para la revista ¡Hola!
Una vez que se quedó embarazada, las complicaciones continuaron: cuando estaba de tan solo un mes y medio, Gisela sufrió un desprendimiento del saco gestacional y tuvo que estar dos meses en la cama con absoluto reposo. La cantante tuvo un nuevo susto en su quinto mes de embarazo. Gisela fue ingresada de urgencia en el hospital debido a un problema en el riñón por las piedras que tenía alojadas en él. Un nuevo obstáculo al que ha podido poner fin con la mencionada intervención posparto.