Tras ocho años juntos, Gisela y José Ángel Ortega están esperando su primer hijo en común. Tras cinco años intentando ser madre, la cantante ha dado su primera exclusiva a la revista ¡HOLA! para contar el "calvario" al que se ha sometido hasta conseguir quedarse embarazada. Aún con el miedo de que algo salva mal, la artista y su pareja tendrán a su bebé en brazos el próximo mes de abril.
La cantante ha contado que primero lo intentó durante años "de manera natural" y tuvo dos abortos. Fue a raíz de ese segundo varapalo cuando decidieron "buscar otras alternativas". "Con la edad, un aborto significa también todo un proceso de recuperación. Tienes que esperar, tu cuerpo tiene que restablecerse, y se nos echaba el tiempo encima", dice la artista, que actualmente tiene 44 años.
Gisela tuvo que hacer "cinco estimulaciones" durante el proceso de fecundación in vitro al que se sometió. "Eso también es un proceso de mucha hormona, con muchos pinchazos…, en el que tu cuerpo sufre muchos cambios. Y de todo ese proceso solamente me quedó un embrión viable. Imagínate. Entonces, fuimos a por ese uno, que es este que está ahora aquí mismo dando caña (risas)", ha contado en la entrevista al medio citado.
Al mes y medio de descubrir que estaba embarazada, la cantante sufrió un desprendimiento del saco gestacional. Para la pareja fue "un momento de crisis" porque después de todo el proceso, Gisela "colapsó". El médico le prescribió reposo absoluto y ha tenido que estar casi dos meses en cama, con todo lo que eso conlleva a nivel "físico, emocional y laboral". Inevitablemente, la artista confiesa que sentía "mucha culpa" por tener que cancelar proyectos laborales que le había costado años conseguir.
En el primer aborto le dijeron que era "muy frecuente", sin embargo el segundo fue mucho más duro. "No fue tampoco un aborto espontáneo. Fue un aborto con el que tuve que entrar en quirófano, con todo lo que implica. Además de una sedación total...", ha contado.
A lo largo de estos cinco años, la pareja ha llevado todo el proceso en secreto y nadie cercano se enteró de lo que estaban atravesando, solo el hermano de la artista, que es el que lleva su carrera musical. Actualmente, a pesar de haber superado ya el primer trimestre de embarazo, Gisela siente mucho miedo de que algo se pueda truncar. "Me cuesta mirar ropita de bebé... Me cuesta todavía creérmelo. Me da miedo hacerme ilusiones. Voy con cautela. Con el freno puesto", dice.
La artista tiene unas bonitas palabras para su pareja, José Ángel Ortega, el hombre con el que lleva ocho años y quiere formar una familia. Gisela dice que él la ha cuidado, apoyándola "emocionalmente" y animándola. "Una persona sola, con todas las dificultades que yo he pasado, puede entrar en una depresión y puede pasarlo mentalmente muy mal. Al menos, con alguien al lado, tienes un cojincito", ha dicho sobre su pareja.