En junio de 2016, Sara Carbonero e Iker Casillas daban la bienvenida al mundo a su segundo hijo en común, tres meses después de su paso por el altar y dos años desde el nacimiento de Martín. Hoy, la familia está de celebración con motivo del octavo cumpleaños de Lucas, a quien su madre ha querido dedicar unas emotivas palabras de forma pública.
Este domingo, Lucas soplará las velas de la tarta rodeado de multitud de muestras de cariño entre las que se ha colado la más especial de todas. “Mamá, este año felicítame con fotos de cuando era pequeño, por favor. - ¿Por qué, cariño? Si es maravilloso ver cómo has crecido y el niño en el que te has convertido. - Ya, es que era taaaaan feliz. Ahora también, ¿eh? Pero bueno, es que así me ayuda a recordar de dónde vengo para saber a dónde voy”, es la conversación que Sara ha mantenido en las últimas horas con su hijo y que ha querido trasladar a sus más de tres millones de seguidores en las redes sociales, a quienes ha mostrado según los anhelos del pequeño un álbum de fotos inéditas capturadas durante su infancia.
Para el menor, es el día del año que lleva “esperando los otros 364 y el que vive con más ilusión”. Un sentimiento que, sin duda, comparten sus padres y su hermano con el que Carbonero ha definido como “una revolución vital en casa”: “Desde que naciste supimos que buscarías tu hueco y tu manera de decir, “estoy aquí” y soy diferente y único. Lo que no intuíamos era el nivel de aprendizaje que viviríamos contigo cada día”, ha afirmado.
Así, la periodista ha continuado ofreciendo unas pinceladas de cómo es a día de hoy la personalidad de su segundo hijo con Iker: “Tu rebeldía, sentido del humor, tus ocurrencias, tu curiosidad sin límites, tus ojos siempre bien abiertos al mundo, tu sonrisa inigualable… Consigues meterte a la gente en el bolsillo sin pretenderlo. Vas dejando huella allá por donde pasas. Nuestra rock star, el más bailongo y descarado, el que no se conforma ni sigue patrones. El más disfrutón pero también el más responsable, el colibrí, el alma libre. La sinceridad sin límites ni filtros. Y bajo todo esto tan evidente, tu sensibilidad, tus ganas de que todo el mundo esté feliz a tu alrededor. Todo lo que sabes, todo lo que callas”, ha continuado.
Por todo lo mencionado, ha querido agradecer a Lucas el haberles salvado tantas veces con sus “carcajadas y ocurrencias”, así como las diferentes ocasiones en las que se ha visto obligado a ir a un ritmo que no era el suyo “sin rechistar y adaptándose a tantos cambios”. Para terminar, le ha suplicado que “no cambie nunca”, tomándose así la potestad de robar uno de los deseos que el pequeño pedirá hoy al soplar las velas de su 8 cumpleaños, que como la presentadora dice, es el "infinito tumbado" que equivale a lo que le quieren y hacia dónde van.