Cómo afecta una ola de calor si estás embarazada

Con el verano, cada año vivimos temporadas en las que los termómetros se disparan, por lo que tenemos la sensación de vivir en una constante ola de calor. Y si estás embarazada, la cosa solo hace que agravarse, ya que uno de los muchos cambios fisiológicos que tienen lugar durante la gestación es el aumento de la temperatura corporal. Para cuidar de ti y de tu bebé, te contamos cómo te afecta el calor si estás embarazada y qué puedes hacer para paliar sus efectos negativos. 

La ola de calor y el bebé

La naturaleza parece ser sabia hasta en estas situaciones, porque a pesar de que haga mucho calor en el exterior y para ti no pase desapercibido, el bebé no debería notarlo. La temperatura dentro del útero es constante y se mantiene a 36,5 grados. Eso sí, si tú te deshidratas, sí perjudicaría al feto. 

La ola de calor y el embarazo

Las etapas más complicadas de un embarazo para afrontar una ola de calor son la primera y la última, aunque debes mantener la alerta en esta época del año sin importar de cuántas semanas estés. Así te afecta el calor en tu estado

  • Si de por sí el embarazo cansa, el calor puede hacer que te baje la tensión y seas más propensa a la fatiga, los mareos, la debilidad y las náuseas
  • Puedes ver cómo tus pies y piernas están más hinchados y los sientes más pesados debido al aumento de volumen de la sangre. 
  • La piel tiende a la hiperpigmentación durante el embarazo, por lo que debes estar muy atenta a usar siempre protección solar para que no te queden más manchas de las que te gustaría. 
  • Como cualquier otra persona, puedes sufrir deshidratación a causa del calor, pero en tu caso es más peligroso porque afecta a la salud del bebé.

Cómo combatir el calor durante el embarazo

No es posible meterte dentro de un refrigerador durante todo el día, aunque seguramente es lo que más te apetezca. Pero sí hay cosas que puedes hacer para combatir el aumento de las temperaturas estando embarazada: 

  • No salgas a la calle en las horas centrales del día y procura ir por sitios en los que no haya muchas aglomeraciones.
  • Mantén la casa fresca y ventilada, intentando que no haya cambios bruscos de temperatura de una estancia a otra. 
  • Bebe mucha agua y otras bebidas hidratantes como zumos naturales o preparados isotónicos para deportistas, que te ayuden a reponer sales minerales. 
  • Sal a la calle con un spray de agua termal para el bolso y un abanico. Juntos pueden salvarte de un golpe de calor. 
  • Toma comidas ligeras y frescas, y que no falten las frutas y hortalizas en tu dieta. Limita al máximo las comidas pesadas o calientes. 
  • Evita la hinchazón de piernas y pies con largos paseos en las horas que haga menos calor y nadando en la piscina.