Es importante enseñar a tu hijo a que se vista solo como parte de un desarrollo sano, en el que se fomenta su autonomía. Aunque cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo, a partir de los dos años muchos están preparados para comenzar esta nueva aventura en su crecimiento. Puede ser un camino lento, así que la paciencia y la calma es esencial, pero te animamos a iniciarlo cuando llegue el momento. Y con estos consejos te resultará mucho más sencillo. 

Hay progenitores que retrasan el momento de enseñar a sus hijos a vestirse solos, y otro que quieren que aprendan lo antes posible. Lo más importante es saber que el niño está preparado, algo que puedes descubrir atendiendo a estas señales: 

Para que comience a vestirse solo tiene que poder ponerse y quitarse la ropa sin demasiadas complicaciones. Así que procura ofrecerle o poner a su alcance ropa fácil de poner, como pantalones con goma en la cintura, zapatillas con cierre de velcro o camisetas con el cuello holgado. 

Es más fácil para el niño quitarse la ropa que ponérsela. Así que comienza animándole a desvestirse para que vaya cogiendo práctica. La hora del baño es un buen momento para que, sin prisas, pueda quitarse la ropa él solo.

Para adquirir el hábito de vestirse, puedes empezar con prendas sencillas, como los guantes o el gorro en invierno, o unas sandalias de velcro si es verano. Cualquier comienzo es bueno y sin es fácil, mucho mejor. 

Puede empezar a ponerse el pijama sin tu ayuda cada noche. Esto es algo que hace cada día, por lo que ayuda a establecer una rutina. Puedes motivarle con pijamas divertidos que tengan, por ejemplo, dibujos de sus personajes de ficción favoritos. 

No se trata de obligarle a vestirse solo, sino de enseñarle a hacerlo porque le beneficia. Así que dedica el tiempo que sea necesario, mantén la calma y olvídate de las prisas. Si pretendes que se vista sin tu ayuda para ir al colegio por las mañanas, ten esto muy en cuenta a la hora de poner el despertador, porque si vais preocupados por la hora se agobiará y será contraproducente. 

No hay nada que se aprenda mejor que aquello que no sabes que estás aprendiendo. Puedes jugar con él a disfrazaros con ropa que haya en la casa y dejar que se pruebe diferentes prendas a su antojo para lograr un divertido disfraz. Es una excelente forma de practicar sin ninguna presión.