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Cómo sobrellevar la falta de sueño cuando eres madre primeriza

  • 'Baby lag' es el término con el que se refieren a la cantidad de sueño que han perdido las madres con la llegada de su bebé

  • A pesar de que es una situación temporal, hay medidas que pueden ayudarte a recuperar ese sueño perdido

  • ¿Cuándo empiezan los bebés a dormir toda la noche?

Uno de los grandes retos de la maternidad es la falta de sueño. Con la llegada de un bebé, lo lógico es que se duerma menos de lo que se hacía antes. Tanto es esta falta de sueño que se ha acuñado un término para referirse a la cantidad de horas de sueño que han perdido las madres, lo llaman el 'baby lag'.

Visto desde fuera, un bebé duerme mucho. De hecho, un bebé en su etapa de los cuatro meses a su primer año de vida debería dormir de 12 a 16 horas al día. Entonces, ¿a qué es debida esta falta de sueño? Muy sencillo, un bebé duerme muchas horas, es cierto, pero lo hace de una manera muy caótica. Se despiertan muy a menudo, pueden dormir mucho por el día pero nada por la noche. En esta época, ellos mandan.

Por suerte, es algo temporal, ya que el sueño de los bebés, poco a poco, se va regulando; mientras, se pueden adoptar una serie de medidas para mejorar la situación y combatir mejor esa privación de sueño para reducir el cansancio y hacer más llevaderos los días.

Higiene del sueño del bebé

Según va haciéndose mayor, el bebé va a adaptando sus ritmos circadianos a los nuestros, y su sueño se vuelve más regular y menos caótico. Esto es cuestión de tiempo y paciencia. Pero aún así, se pueden adoptar una serie de medidas básicas para que el bebé duerma mejor y más seguido, como, por ejemplo, crear un entorno adecuado para dormir donde el ambiente sea oscuro y silencioso.

Si el bebé lo necesita, dormirle en brazos. A veces, es habitual que el pequeño se duerma al pecho o tomando el biberón, ya que, la succión tiene un efecto relajante en ellos, y en el caso de la leche materna produce melatonina que les ayuda a conciliar mejor el sueño.

Las siestas de tu bebé también son las tuyas

A veces lo más sencillo es que si no puedes con el enemigo, te unas a él. Así que, aprovecha las siestas de mañana y de tarde para recuperar esas horas de sueño perdidas. En vez de utilizar esas cosas para hacer tareas, aprovéchalas para lo que realmente tu cuerpo necesita, que es dormir.

Vete a la cama antes

Cuando cae la noche y el bebé está ya dormido en su cuna, es muy apetecible la idea de relajarte viendo alguna película o serie. Esta es una manera genial de desconectar, pero, lo mejor que puedes hacer por ti misma es, si estás cansada, irte a dormir lo antes posible y así aprovechar el primer sueño del bebé y ganar esas horas de descanso.

No tomes bebidas estimulantes aunque tu cuerpo te lo pida

Es cierto que cuando se pasa una noche en vela, o se duerme poco, nuestro cuerpo puede pedir a gritos un café u otras bebidas estimulantes para resistir el día. Puedes beber café, pero si lo haces que sea con moderación, y sobre todo, no lo hagas en las últimas horas del día ya que la cafeína puede dificultar la conciliación del sueño.

Olvídate de las pantallas antes de ir a la cama

La luz que emiten las pantallas tiene un efecto en nuestro sistema biológico que hace que se inhiba la secreción de melatonina, por lo que el sueño puede ser de menor calidad o, incluso, producir insomnio. Por lo que lo ideal es dejar apartadas las pantallas un par de horas antes de ir a la cama. Puedes sustituir las pantallas por un libro que te guste para conciliar el sueño.

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