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Conseguir que un bebé duerma por la noche sin despertarse es todo un reto para muchos progenitores. Y cuando parece que lo hemos conseguido, aparecen las regresiones del sueño en el bebé y vuelve a despertarse varias veces. Que un bebé duerma bien y tenga un patrón de sueño estable no significa que, en un momento dado, retroceda en sus rutinas de descansos. Si esto ocurre es lógico que te desesperes, pero te recomendamos que no pierdas la calma ni la esperanza. En lugar de eso, toma nota de estos consejos que te ayudarán a que el bebé vuelva a dormir bien.
Las regresiones del sueño forman parte del desarrollo del bebé, así que cuanto antes lo asumas, menos llegarás a desesperarte, porque habrás aceptado que es una etapa como cualquier otra, y que de mismo modo que llega, se va. Las regresiones suelen darse cuando el bebé está atravesando un pico de crecimiento y desarrollo, como cuando adquiere nuevas habilidades motoras.
Una de las claves más importantes para que un bebé descanse bien es que tenga unas buenas rutinas de sueño y que estas sean constantes: un baño relajante, un cuento o canción, acostarle siempre a la misma hora… Cuando llegan las regresiones parece que nada de lo que estábamos haciendo tenía sentido y es probable que pienses en tirar la toalla, pensando las rutinas no son efectivas. Pero todo lo contrario, ya que favorecen que recupere el buen ritmo de sueño en el menor tiempo posible.
Al bebé tampoco le gusta despertarse cada dos por tres, por lo que es muy probable que cuando esto ocurre se sienta inquieto, molesto y propenso al llanto. Nadie mejor que tú para darle consuelo y tranquilidad, facilitando que vuelva a conciliar el sueño para seguir descansando.
Los bebés necesitan dormir pequeñas siestas durante el día, y cuando se producen las regresiones de sueño, es necesario que seas flexible si tienes que modificar la rutina de siestas. Observa si está más cansado de lo habitual y si necesita más siestas aunque sean más cortas para compensar el descanso que no ha tenido durante la noche.
Entendemos que el cansancio y la desesperación te pueden llevar a buscar atajos, pero puedes terminar convirtiendo un problema en otro sin darte cuenta. Así que no introduzcas hábitos que no quieres mantener cuando termine la regresión del sueño, como llevarlo a tu cama para que duerma o darle de comer cada vez que se despierte.
Este consejo es posiblemente el más importante y aplicable a todo lo relacionado con la crianza. Tu bebé volverá a recuperar su patrón de sueño habitual y tú volverás a descansar varias horas seguidas, pero mientras dure la regresión, nada como la paciencia y la perseverancia con las rutinas para que todo marche sobre ruedas. ¡Ánimo!