En breve, los peques de la casa tienen vacaciones y nosotros… no. El eterno dilema de qué hacer con los hijos cuando trabajas y ellos gozan de tiempo libre se hace doblemente duro cuando hay vacaciones. Además de tirar de abuelas, vecinas o tías, pasar tiempo de calidad con ellos (el que tengamos) es importante. Pero a estas vacaciones se suma esa espiral de consumo compulsivo en la que todos entramos. Así las cosas, ¿qué planes podemos hacer con los peques para que nuestro tiempo con ellos sea lo más divertido posible sin tener que meter un presupuesto aparte? Aquí van algunas ideas baratas para conciliar en Navidad.
La carta a Papá Noel o a Sus Majestades de Oriente es tarea obligatoria en cualquier casa con niños que se precie. Podemos convertirlo en una tarde de manualidades. Buscad un papel bonito y rotuladores para llenar la hoja de pequeños dibujos. También podéis añadir pegatinas, alguna hoja seca… Y, sobre todo, estás tú para ayudar a los peques a que estructuren bien la carta y que Santa o los Reyes sepan bien cómo es el niño o la niña, qué cosas le gustan y qué le gustaría que le trajeran. Es importante, además, explicarles que les indiquen varias opciones (ya que no siempre es posible recibir el regalo que quieren y conviene pensar en un plan b) y que no es buena idea pedir demasiadas cosas.
Aprovechando que anochece pronto y enseguida se prenden las luces de Navidad, un plan estupendo y muy barato es pasar una tarde de merienda y paseo por la ciudad para ver la iluminación festiva, descubrir figuras ocultas en ellas y visitar el belén (prácticamente todos los ayuntamientos montan el suyo), donde podrás ayudar a tu peque a identificar cada elemento del montaje. Sé paciente y deja que se entretenga mirando lo que le guste: lo importante es el recorrido.
Si aún no lo has hecho, ¿por qué no empleáis una mañana del fin de semana en decorar la casa? Si el abeto o el belén no son lo tuyo, quizá puedes colgar unas guirnaldas de luces, unas cintas de espumillón o fabricar las vuestras con papel de seda. A los peques les encantan las manualidades, y más aún si después se utilizan para adornar el salón, su habitación…
De unos años a esta parte, los mercadillos de Navidad (no solo los que venden figuritas para el belén) se han puesto de moda. En ellos puedes encontrar artesanía, libros, juguetes, comida… Mirar lo que tienen expuesto quizá te inspire para algún regalo de última hora y ellos se entretendrán en sus puestos favoritos.
Fotos de tu hijo o hija de pequeños, su primer chupete, un calcetín de cuando eran bebés… Todos estos elementos pueden formar parte de un álbum de recuerdos que fabricaréis juntos, o meterlos en una gran caja con un cartelito que explique qué es cada cosa. Ve pegando distintos elementos y pídele que escriba qué es cada cosa al lado. También puedes recuperar viejos dibujos que hizo: está genial si crea otros nuevos para incorporarlos al lado y tener un precioso libro que revisitar juntos de vez en cuando.
Jugar con tus hijos es, seguramente, lo que más te van a agradecer, así que pasar un rato haciendo puzles, jugando a parchís o la oca o inventándoos vuestros propios concursos será para ellos un día inolvidable. Uno de ellos puede ser preparar un villancico y cantarlo después delante de la familia. Pueden disfrazarse, maquillarse, montar una coreografía… Después, se pueden dar distintos premios (al más original, al más divertido, al más elaborado…) y canjearlos por un chocolate con churros en casa o en vuestra cafetería favorita.
Otro plan con el que se puede pasar una tarde estupenda es cocinar juntos su plato favorito o un bizcocho para desayunar por las mañanas. Según la edad puede ser tu ayudante de cocina y darle responsabilidades acorde a lo que sepan o puedan hacer: buscar los ingredientes, pesarlos, mezclar o cortar las galletas, si es la opción elegida, con ayuda de un cortapastas o dejando volar su imaginación. De paso, lo implicas en tareas: así se siente más implicado en el día a día de casa y, ¡quién sabe!, igual nace en él o ella una pasión y de mayores son grandes chefs…
No es gratis, pero es un plan bastante asequible. En casi todas las ciudades, si no en todas, hay algún espacio con actividades on ice, como patinar sobre hielo (pero también para deslizarse en trineo por un tobogán, etc.). Ahora que hace frío y es más difícil quemar energía, este tipo de lugares son perfectos para que se diviertan.
Pero también vas a necesitar tiempo para hacer cosas tú sola. Parques verticales, ludotecas y un largo etcétera se instalan estos días en la mayoría de los centros comerciales, así que aprovecha para acudir a uno de ellos en estos casos. Es una gran idea si necesitas hacer determinadas compras y quieres que tus peques estén entretenidos.
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