Durante el embarazo y la lactancia, las mujeres se preocupan por mejorar y cuidar su dieta. Sobre todo, para asegurarse que los meses de gestación están yendo cómo debería y que el bebé crece fuerte y sano. Lo más recomendable es que la madre se prepare unos meses antes de quedarse embarazada; para ello lo mejor será que de fumar si lo hace, que siga una dieta equilibrada y variada y tome suplementos de ácido fólico.
Todo esto te ayudará a que el embarazo sea más llevadero y tú te encuentres mejor. En general, se podrá aplicar al embarazo cualquier otra dieta que puedes seguir en otros momentos de tu vida. Como mucho una mujer que está embarazada debería aumentar su ingesta solamente 300 calorías al día para compensar esos meses de gestación. Cuidarse de esta manera tendrá que alargarse hasta la lactancia.
Aunque hablamos de dieta, lo cierto es que en el embarazo y durante los meses de lactancia lo último que tendrás que hacer será perder peso. Llevar una dieta equilibrada consistirá en encontrar el equilibrio y por eso será muy importante que consumas las suficientes proteínas, hidratos de carbono, grasas, así como minerales y vitaminas. La dieta debe estar basada en los cinco grandes grupos de alimentos, como son las frutas, verduras y hortalizas, cereales, alimentos ricos en proteínas, como la carne magra y los huevos y los lácteos, como el yogur y el queso. Eso sí, durante el embarazo tendrás que aumentar la ingesta de algunos nutrientes, como el ácido fólico. Este te ayudará a que no se produzcan anomalías congénitas en el cerebro y en la columna vertebral.
De la misma forma, será muy importante la ingesta de hierro y calcio. Se podrá obtener una dosis extra de estos nutrientes con algún complejo vitamínico para embarazadas. Eso sí, puede ser posible que, con una dieta equilibrada, que incluya alimentos ricos en hierro y en calcio, consigas todos los nutrientes necesarios para alimentarte a ti y al bebé. Los alimentos que se pueden tomar durante los meses de gestación son variados. Entre ellos, se incluyen los huevos, que tienen muchas proteínas, como la vitamina D y la B12. Además, serán muy fáciles y rápidos de cocinar. Los lácteos también serán muy recomendables, como la leche baja en grasa, el queso y el yogur. Intenta beber un poco de leche un par de veces al día y asegúrate de tomar una ración diaria de yogur o queso.
Los frutos secos también serán muy buenos. Además, son fáciles de llevar y se pueden comer en cualquier sitio y son una fantástica fuente de proteínas y grasas saludables. La fruta no importará si es fresca o congelada, ya que es un alimento repleto de vitaminas y fibra que puede ayudarte a evitar el estreñimiento. Como ya hemos comentado, durante el embarazo y la lactancia necesitarás tomar muchos alimentos ricos en hierro para tener la suficiente energía y no tener anemia. Asegúrate de incorporar a tu dieta la carne magra, los cereales enriquecidos con hierro y las espinacas. Estas últimas son especialmente baratas y fáciles de cocinar y muy nutritivas. Más concretamente, los alimentos que mejor te vendrán durante el embarazo serán diez.
Sí que habrá ciertos alimentos que no serán recomendables que se consuman durante el embarazo. Sí que podrás tomarlos, con normalidad, una vez que hayas dado a luz. Es el caso de los pescados crudos o la carne cruda o poco hecha. Lo mismo sucederá con los vegetales y las frutas, que tendrán que estar bien lavadas si queremos consumirlas frescas. Esto se debe a que las mujeres embarazadas pueden contagiarse de toxoplasmosis, una enfermedad bastante complicada en esos meses de gestación y que puede provocar graves efectos al bebé.