Vas con el peque al parque, vienen los amigos a casa o lo llevas a jugar con los primos. Hasta ahí todo bien hasta que le miras bien y te das cuenta que el juego se ha ido de las manos y le ha salido un chichón por algún golpe que se habrá dado jugando con los otros niños. Al final su inocencia y falta de miedo en muchas ocasiones hace que se lancen a la aventura sin pensar mucho hasta que se caen o se dan un golpe y sale el chichón o hematoma que no da lugar a dudas de que ha habido un pequeño accidente. Entonces, como madre, buscas el mejor remedio para aliviar el dolor o bajar la inflamación, y la árnica puede ser tu mejor aliada.
La árnica es una planta medicinal que desde hace siglos se ha venido utilizando como remedio antiinflamatorio y que muchas veces hasta que no se es madre y se descubre como fórmula para los chichones y hematomas es todo un desconocido, aunque como con todo, hay que usarla cuando es necesario y no abusar de ella. Por el momento se ha mostrado que es efectiva para pequeños golpes, pero cuando se habla de grandes hematomas su efectividad es mucho más dudosa.
Se suele poner de forma tópica porque la árnica puede tener efectos secundarios sobre el sistema nervioso y el digestivo, por lo que no se aconseja ni su ingesta ni tampoco aplicar la pomada o aceite cerca de la boca o los ojos, aunque el golpe o el chichón que se ha formado haya sido en esa zona.
De todas formas, cuando hay una caída o cualquier golpe hay que limpiar la zona, especialmente si se ha creado una herida, y poner frío, lo más congelado que tengamos, pues esto ayudará a que no se hinche tanto y el chichón no crezca demasiado. Usemos hielo o cualquier congelado que tengamos a mano es muy importante que se cubra bien con un paño o una toalla para evitar que las bajas temperaturas en lugar de aliviar el golpe terminen quemando la piel del pequeño.
A partir de este primer paso es importante ayudar a que el chichón no vaya a más o se cree un hematoma importante, y aquí es donde, entre otros elementos, entra en juego la árnica. Aplicarla ayudará a rebajar la hinchazón o a tratar cualquier hematoma que se haya formado en la zona que ha sufrido la caída. Aún así, es importante no abusar para que sea efectiva y no tenga efectos adversos o secundarios en el pequeño. Puedes encontrarla en crema, aceite, en hojas para hacer una infusión que se aplica sobre el chichón o incluso en formato roll-on.
¿Qué no tienes árnica a mano? No te preocupes porque hay otras formas de ayudar al pequeño a bajar la inflamación en los días siguientes al golpe. Puede que a mano tengas una pomada antiinflamatoria que sirva para bajar la hinchazón y no vaya a más, aunque siempre es aconsejable que de usar una lo hagas con alguna recomendada o prescrita por el médico.
Si en un principio se utilizó frío para aliviar el dolor tras un día el calor puede ser un buen aliado con paños de agua caliente que evitarán que se pueda formar un morado sobre el chichón. Y si no encuentras un antiinflamatorio por casa pero tienes lavanda puede serte de gran ayuda al ser una planta con propiedades antiinflamatorias que con una pomada o aceite que lo contenga puede ayudarte a bajar el chichón que se ha formado en la frente del peque de la casa.
Una caída o un mal golpe puede hacer que nuestro hijo termine con un buen chichón, así que para aliviar el dolor lo primero es aplicar frío, pero luego hay que seguir tratándolo con algún antiinflamatorio y la árnica es ideal para ello por las propiedades que tiene y que, además, se puede conseguir en varios formatos, aunque no se debe abusar de ella por los posibles efectos secundarios que puede provocar.