Cuando tenemos hijos queremos lo mejor para ellos. Nuestro deseo es que aprendan, crezcan en un entorno agradable, socialicen y conozcan todo lo que hay a su alrededor, como nuevas culturas e idiomas. Por eso, muchos padres deciden contratar los servicios de una Au pair para que sus pequeños practiquen otro idioma, diferente al materno, desde pequeños y aprendan otra forma de vida. Además, esta persona también podrá echar una mano con el cuidado de los hijos y les hará compañía durante un tiempo. Aunque en un principio recibir a alguien en tu casa que no sea de tu confianza puede imponer, lo cierto es que será una gran ayuda para toda la familia.
En muchas ocasiones, los padres no pueden dedicar el tiempo que querrían a sus hijos, por lo que una Au pair les hará compañía y les enseñará las cosas básicas a tus hijos. Una de las opciones será contratar a una niñera, a una persona que te eche una mano, aunque siempre será más recomendable contar con la experiencia de una Au pair. Así, podrás acabar el día menos estresada y con más ganas para dedicar ese tiempo extra a tus hijos y a ti misma. Por eso, desde hace unos años, esta práctica está más extendida y cada vez son más las Au pairs que llegan a España para trabajar.
Lo primero que debes saber es que usamos la expresión francesa ‘Au pair’ para referirnos a aquella persona que es acogida temporalmente por una familia a cambio de su trabajo. Normalmente, sus tareas consistirán en cuidar de los niños, de la casa y en realizar pequeñas tareas domésticas. A cambio, se les dará comida, alojamiento y una pequeña remuneración. Las Au pairs suelen ser jóvenes, de entre 18 y 30 años, que utilizan este sistema para pasar un tiempo en el extranjero y, así, poder aprender un nuevo idioma. Para muchos, este programa es una oportunidad excepcional para viajar sin hacer grandes gastos. Además, su objetivo principal será adquirir o mejorar los conocimientos, tanto en cultura como en idiomas.
Por eso, trabajar como Au pair servirá para sumergirse en un mundo nuevo, que te aportará muchas ventajas y te hará madurar como persona. Un aspecto que hay que tener en cuenta es que la Au pair no será una empleada de la casa, sino una persona más de la familia. Por tanto, habrá que tratarla como tal.
Será una situación de convivencia donde podrán surgir distintos roces. Lo primero será proporcionar a la Au pair su propia habitación, para que disfrute de momentos de intimidad y de espacio personal. También, tendrá que disfrutar de su tiempo libre, aunque sin olvidarse de sus responsabilidades. Por eso, encontrar el equilibrio no será nada fácil y deberemos dar a la Au pair la posibilidad de conocer el entorno.
Por tanto, tener a una persona que acompañe y enseñe a nuestros hijos será fundamental para ellos. Muchas de las ventajas estarán relacionadas con el aprendizaje, con la economía y con nuestro tiempo libre. Lo más importante será que con la llegada de una persona nueva podréis aprender o perfeccionar un idioma. Además, será desde la comodidad de casa, con la confianza y en un entorno cotidiano. También, interaccionar con nuevas culturas será una experiencia muy enriquecedora y el aprendizaje será sencillo y divertido. Al tener ayuda con las tareas del hogar y el cuidado de los niños, podrás dedicarte más tiempo libre. Tener una Au pair tampoco supondrá un gasto excesivo y mucho menos si se tienen en cuenta todos sus beneficios.
Por tanto, solo necesitará una paga mensual que le cubra sus gastos personales y le ayude a ahorrar. Aunque lo más importante será la tranquilidad que te proporcionará la Au pair, ya que no solo será una persona más en la familia sino, también, alguien con quien los niños se divertirán. Para hacer las gestiones con una Au pair, lo mejor será que contactes con alguna agencia que pueda llevar todo el papeleo. En internet, encontrarás una infinidad de portales, donde las Au pairs tienen los perfiles, así podrás conocer un poco más a esta futura integrante de tu casa.