Si estás al tanto sobre todo lo que tiene que ver con niños y bebés es muy probable que ya hayas oído hablar del ‘baby sign’. Además, influencers como Laura Escanes, ha comentado públicamente a sus seguidores que estaba enseñando este lengua de signos a su hija Roma. Pero, ¿en qué consiste esta novedosa técnica? “Lo cierto es que no es algo muy nuevo; en España lleva haciéndose ‘baby sign’ desde hace muchos años”, explica Vanessa Viaji, instructora certificada en Baby Sign y fundadora de hablameconlasmanos.com -el mismo lugar donde ha aprendido Escanes-. Ahora, cada vez son más los padres que se apuntan a aprender esta técnica para enseñársela a sus hijos. Porque, cabe destacar, que Vanessa enseña a los adultos, no a los niños, a través clases muy entretenidas y prácticas.
“La verdad es que la cantidad de padres que se han sumado a este método ha crecido exponencialmente en los últimos años. También han ayudado mucho las redes sociales, a través de ellas yo puedo enseñarles a los padres cómo se harán las clases, para que tengan una idea”, comenta la especialista a Divinity.es. Cómo podemos intuir, ‘baby sign’, "es una herramienta de comunicación temprana para usar con bebés, no es un lengua de signos porque no hay signos para todo y, ahí, es donde se encuentra su limitación en los más pequeños". Las manos serán la primera forma de comunicación que los bebés tendrán con su alrededor y, sobre todo, con sus padres.
“Los padres lo demandan, sobre todo, para poder entender a sus hijos ante frustraciones”, comenta Vanessa Viaji. Así, el ‘baby sign’ será una herramienta que nos ayude a comprender qué es lo que quiere el niño y por qué está llorando desconsoladamente o por qué está molesto. Por eso, además de fortalecer el vínculo entre los padres y el pequeño, este lengua de signos evitará que se produzcan las típicas frustraciones o rabietas, tan difíciles de controlar y conocer. Pero este lengua de signos tendrá muchos más beneficios.
“Los beneficios están demostrados científicamente, sobre todo en Estados Unidos, donde lleva instaurado desde los años 80. Además, estos beneficios serán tanto a corto como a largo plazo, ya que los papás buscan la reducción en la frustración. El bebé, cuando se puede comunicar se puede frustrar menos. Por tanto, aquellos bebés que practiquen este lengua de signos tendrán un mayor apego a sus padres, más autoestima, facilidades para hablar otros idiomas y, también, adelantará el habla. Más largo plazo, afecta al coeficiente intelectual, al someterlo a una estimulación del lengua”, apunta la experta en ‘baby sign’.
Te puedes preguntar si habrá alguna diferencia entre el bebé que ha aprendido 'baby sign' y el que no y, la realidad, es que sí las hay. Y, así, lo afirma Vanessa Viaji: “El bebé que signa, a la edad de tres años, tiene un vocabulario de un niño de tres años y once meses. El coeficiente intelectual en los bebés que signan, a los ocho años, será de doce puntos por encima de la media de los que no lo habían hecho”. Además, aprender esta técnica no será algo complicado, ya que los niños aprenden, y más a edades tempranas, por imitación. Por eso, les será muy fácil comprender cómo funciona este lengua de signos. A los padres les ocurrirá los mismo, que será quienes acudan a las clases de 'baby sign'. “Las clases son muy interactivas, las primeras se denominan ‘playgroup’, donde se les explica a los padres los signos con mucha práctica. Se trata de hacer juegos, interactuar los padres entre ellos, de hacer ejercicios divertidos en una hora. Es un proceso divertido y fácil”, aclara la especialista.
Tras las clases, los padres tendrán que tener cierta paciencia para enseñar a sus hijos, aunque no tiene que ser un proceso difícil de comprender. “Los bebés son increíbles y muchas veces nos empeñamos en enseñar otra cosa y su primer signo puede ser otro poco entrenado. Podemos volvernos locos con que haga ‘leche’ o ‘más’, pero siempre predominarán los intereses del bebé”, comenta Vanessa Viaji. Además, tampoco habrá que preocuparse si el pequeño comienza a signar más tarde. “Las edades serán orientativas y se puede retrasar hasta los ocho o los diez meses. Hay bebés que comiencen a signar hasta los trece meses y, a nivel neurológico, hay que tener en cuenta si el bebé no señala, no responde a su nombre… Si no hay un problema de ningún tipo, todos los bebés tienen capacidad de signar, incluso los bebés ciegos”, apostilla la experta en ‘baby sign’.