Candidiasis en el pezón durante la lactancia materna: qué la produce y cómo tratarla
La candidiasis del pezón y del pecho puede causar gran dolor a las madres lactantes. Además, muchas de ellas se plantearán dejar de dar el pecho.
Pero lo cierto es que sus signos y síntomas suelen desaparecer con el paso de los días. Aunque eso sí, habrá que romper la cadena de infección e intentar no contagiar al bebé o extender la infección a otras partes del cuerpo.
La candidiasis del pezón y del pecho puede causar a las madres lactantes un importante dolor y molestias durante un tiempo determinado. Un diagnóstico rápido y un tratamiento personalizado y eficaz ayudarán a que el dolor desaparezca. Así, las madres no dejarán de amamantar debido a la candidiasis. Pero, ¿cómo aparece esta especie resistente? El cuerpo humano alberga unos cien billones de bacterias y una serie de hongos, protozoos, virus y otros microbios. Según la parte del cuerpo, se desarrollan un tipo u otro. Por ejemplo, las especies actinobacterias aparecen en el cabello, las fosas nasales o la piel. Por su parte, las especies de Firmicutes suelen darse en la vagina y la Malassezia, en la cabeza, el torso, los brazos, las orejas y la nariz.
Qué es la Candida
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La especie Candida forma parte de la microbiota normal y sana en la boca, el tracto gastrointestinal y el tracto genitourinario femenino. Lo cierto es que hasta un 80 por ciento de las mujeres sanas tienen Candida albicans en su vagina. Esta especie también suele colonizar hasta el 17 por cierto y el 48 por ciento de los bebés sanos. Estos tipos suelen ser totalmente inofensivas y suelen controlar el crecimiento de microorganismos nocivos para la salud. Sin embargo, cuando el equilibrio normal de la microbiota se ve alterado, estos organismos pueden causar enfermedades clínicas. Eso sí, ocasionalmente la candidiasis puede ser grave. La candidiasis de pecho y pezones afecta, aproximadamente, a un tercio de las mujeres que experimentan dolor durante la lactancia. De hecho, en muchas ocasiones, las mujeres dejan de dar el pecho.
Este tipo de bacteria puede propagarse rápidamente por el cuerpo de una mujer e, incluso, por el de su bebé. La candida se puede trasmitir a través de métodos tradicionales para aliviar el dolor y el malestar de los pechos, como compresas calientes y frías. También, a través de jeringas, tazas, cucharas, partes del sacaleches y discos de lactancia. Por eso, será muy importante mantener una correcta y buena higiene; lo más importante será romper la cadena de infección de los productos. Para saber si una mujer está sufriendo de candidiasis, el especialista tendrá que realizar una evaluación completa de la leche materna, incluyendo la postura y el agarre. Esto le ayudará a la madre a comprender y a abordar cualquier problema que pueda provocar dolor en el pezón. Una evaluación completa ayudará a la madre a seguir dándole el pecho a su bebé o a suministrarle leche de fórmula.
Los signos y síntomas de la candidiasis del pezón y pecho
Pero, ¿cuáles son los signos y síntomas de la candidiasis? Lo cierto es que pueden variar de forma considerable dependiendo de la mujer. Sin embargo, aquellas que han sido diagnosticadas de candidiasis presentan unos pezones persistentemente doloridos, además de una sensación de quemazón. El dolor puede desarrollarse rápidamente y puede extenderse hasta la espalda. Además, tienden a empeorar durante o inmediatamente después de la lactancia. Este dolor asociado al pecho y, especialmente, al pezón puede persistir durante semanas. Además, los protectores de pezón, la extracción manual de leche o la aplicación de calor no suelen aliviar ese dolor. También, el pecho podrá tener un color rosado, mostrar lesiones o estrías que irradian desde el pezón. La piel será más brillante y podrá llegar a volverse escamosa.
Los síntomas de la candidiasis suelen aparecer en las primeras semanas tras el parto. Sin embargo, esos dolores de los primeros días pueden ser porque el cuerpo se está adaptando a la lactancia materna. Para hacer un buen diagnóstico, los profesionales tendrán que hacer varias diferencias y deben fijarse en el eccema de la areola y el pezón, así como si este está rojo, inflamado o agrietado. Además, la mastitis inflamatoria suele ser unilateral y se manifiesta por zonas hinchadas calientes. Por eso, será muy importante un buen diagnóstico, para no confundir la candidiasis con cualquier otra infección.
Los grupos de riesgo
Sí que habrá ciertas mujeres que sean grupo de riesgo. Dentro de estas, se encuentran aquellas que no cambian sus discos lactantes con regularidad y que no utilicen discos desechables. También, la oclusión o la maceración podrán predisponer a la candidiasis mamaria. El lavado excesivo y los baños de burbujas y jabones tampoco serán recomendables para la mujer que está dando el pecho, ya que pueden irritar la zona. La candidiasis mamaria también puede ser común después de una cesárea, un parto instrumental o una mastitis. Además, puede pasar de la vagina a la boca del bebé durante el parto y, a su vez, el pecho.
Una vez diagnosticada, los profesionales tendrán que animar a la mujer a que siga dando el pecho, ya que esos síntomas se pasarán en poco tiempo. Si no mejora su situación en dos o tres días lo mejor será que vuelva a consultar con su especialista. En muchas ocasiones, se recetan antifúngicos para el dolor profundo del pecho. Eso sí, lo más importante será romper la cadena de infección para que la Candida no se propague por el resto del cuerpo o pueda contagiar al bebé.