Comida picante y embarazo: ¿son compatibles?
Seguir una buena alimentación es una de las principales preocupaciones de las mujeres embarazadas.
Para aquellas a las que les gusta el picante, es motivo de inquietud saber si pueden seguir tomándolo o no.
Te contamos cómo afecta la comida picante al embarazo y si tienes que tener algún tipo de precaución.
Cuando nos quedamos embarazadas nos preocupa cuidar al máximo nuestra salud, para garantizar tanto el bienestar del bebé como el nuestro. Y uno de los aspectos a los que prestamos más atención es, sin lugar a dudas, a la alimentación. Una dieta sana y equilibrada es beneficiosa en todos los sentidos, y si te gusta mucho el picante, es muy posible que te estés preguntando si es compatible con el embarazo, o si, por el contrario, puede resultar perjudicial para el bebé.
En principio, la respuesta es clara y sencilla: tomar comidas o alimentos picantes no perjudica al bebé. Es decir, puedes mantener tu afición por el picante siempre que te siga apeteciendo. Ahora, lo cierto es que tu estómago si puede verse afectado por un exceso de picante en las comidas, sobre todo en los últimos meses de gestación, cuando las digestiones son más pesadas y el reflujo gástrico más habitual.
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En cualquier caso, lo esperable es que tu estómago, por lo general, responda con normalidad a aquellas comidas a las que está acostumbrado, tanto si se trata de comer ensaladas como de comer chilis o curris. Es más, hay estudios que aseguran que las capsaicinas que contiene y libera el picante, es similar a la liberación de endorfinas, que actúan como relajantes naturales.
El picante durante el primer trimestre de embarazo
Las primeras semanas de embarazo son especialmente delicadas y existe el riesgo de una pérdida temprana. Pero tomar o no picante no influye lo más mínimo en que algo así ocurra. Es completamente seguro, y solo podría afectar, como decimos, a tu estómago.
Por ejemplo, si estás padeciendo las típicas náuseas matutinas, es posible que el picante las agrave, pero dejar de tomarlo por ese motivo es algo que solo puedes valorar tú.
Segundo y tercer trimestre de embarazo
Aunque el picante no deje de ser seguro en cualquier momento del embarazo, lo cierto es que a medida que este avanza puede ser más molesto tomarlo. El bebé no deja de aumentar su tamaño, y esto hace que sea frecuente experimentar acidez estomacal y reflujo gastroesofágico. Cuando esto ocurre, el picante puede empeorar las molestias.
Llegados a este punto del embarazo, seguramente ya te hayas adaptado a la situación y comas más veces al día, pero en menor cantidad, y evites las cenas copiosas.
Posibles inconvenientes del picante durante el embarazo
El picante en sí mismo, tal y como decimos, no supone un riesgo para el embarazo, aunque no podemos pasar por alto que sí puede tener efectos secundarios molestos de los que ya hemos venido hablando.
Los principales podrían ser el aumento de las molestias por el reflujo o la acidez estomacal, al igual que el empeoramiento de las náuseas matutinas. Estas son muy habituales, debido a la cantidad de cambios hormonales que experimenta el cuerpo, y es posible que tengas que hacer reajustes en tu alimentación para mitigarlas, como podría ser reducir el consumo de picante.
El picante también puede irritar los intestinos, causando gases y diarrea. Si tomarlo te causara contracciones o calambres en la parte baja del abdomen, debes consultar cuanto antes con el médico.
Posiblemente lo más sencillo es no abusar de él, y basta con que lo reserves para una única comida al día. Y si esa comida es casera, mucho mejor, porque de esta forma puedes controlar las cantidades de picante que añades al plato.