El baño del bebé será uno de los momentos más especiales del día, ya que será cuando el pequeño pueda realmente relajarse. Por eso, será muy importante que este se desarrolle de forma adecuada para que el pequeño se sienta lo más cómodo posible. Así, los padres tendrán que poner todos sus esfuerzos para crear una atmósfera adecuada y tendrán que seguir una serie de consejos para fallar lo menos posible. Durante los primeros meses, se recomienda utilizar una bañera pequeña para bebés.
Eso sí, a partir del octavo mes, cuando el pequeño se sienta más cómodo y pueda ponerse más erguido habrá que utilizar una bañera más grande. Así, siguiendo las indicaciones de la Asociación Española de Pediatría (AEP), la bañera del pequeño debe ser resistente y, también, estable. Además, debe estar realizada en materiales no tóxicos y fáciles de limpiar. Tampoco tiene que tener partes puntiagudas u orificios donde el pequeño pueda introducir sus dedos. Además, la forma de la bañera tendrá que ser apta para que el bebé pueda estar sentado.
La primera duda que nos puede surgir será cuándo debemos bañar al bebé por primera vez. Pues bien, será seguro bañar al pequeño desde su nacimiento, aunque sí que es cierto que son muchos los padres que esperan un tiempo prudencial para que los pequeños no se queden sin esa capa con la que nacen.
Según apunta la AEP, se puede bañar a un niño desde que nace y no será necesario esperar a que se caiga el cordón umbilical. Respecto a qué hora será más recomendado, lo mejor será establecer una serie de rutinas y que se adapten a las necesidades del pequeño y de sus progenitores.
Como hemos comentado, el baño será un momento de relax muy importante para el pequeño. Por eso, habrá que seguir una serie de pasos para que nada falle. Lo primero será preparar todo lo necesario, como la bañera, una esponja enjabonada y, también, una toalla preparada cerca de la bañera. También, será muy importante tener a mano la crema, el aceite, el pañal y la ropa en el cambiador.
Será muy importante que el agua esté a una temperatura adecuada y que esta no sea demasiado fría ni demasiado caliente. Según la Asociación Española de Pediatría esta tendrá que estar entre los 36 y los 38 grados. Además, es muy recomendable comprobar la temperatura con la ayuda de un termómetro y tener en cuenta que el agua se va enfriando según pasan los minutos. También, habrá que comprobar que la habitación donde se realice el baño no tenga corrientes de aire. Cabe destacar que, durante sus primeros meses de vida, los bebés no pueden regular su temperatura corporal. Por eso, será muy importante comprobar la temperatura del agua.
Una vez que ya sea la hora del baño habrá que sumergir al pequeño boca arriba, pasando la mano por la axila. De esta manera, el pequeño tendrá la cabeza apoyada sobre nuestro brazo. Además, habrá que sumergir la parte de las piernas y de las nalgas, mientras que la cabeza quede fuera y sostenida por un adulto.
Luego, se comenzará a enjabonar la cabeza con una esponja y de forma delicada. Además, la mano que sujeta al bebé no debe soltarlo nunca y se enjabonará con aquella que quede liberada. Lo mejor será decantarse por un champú de PH neutro, mientras que para la cara no hará falta ningún tipo de jabón. Respecto al cuerpo, este tendrá que enjabonarse hacia abajo, desde los hombros del bebé hasta lo pies.
Lo siguiente que habrá que hacer será darle la vuelta al pequeño con el objetivo de poder lavar la parte de atrás. En ese momento, habrá que colocar una mano debajo de su nuca, que sujetará su cabeza. Además, se mantendrá esa mano mientras que con la otra se cogerá al bebé por debajo de la axila y se girará para que quede boca abajo.
El secado del pequeño será muy importante y, para ello, no habrá que frotar y simplemente habrá que quitar esa humedad. Lo primero será secar los ojos, de forma suave y despacio. Luego, habrá que secar la cabeza y el resto de la cara, como las mejillas y las orejas. Lo siguiente será secar el cuello, los brazos, el tórax y, también, las piernas. Y, por último, se tendrá que secar la parte de atrás de las piernas y de las nalgas.