Son muchas las mujeres que deciden congelar sus óvulos. Esto se debe a distintas razones, ya que pueden no sentirse todavía preparadas para ser madre, no quieren o, también, que sufran alguna enfermedad o tomen algún medicamento que les impida quedarse embarazadas. Por eso, tiene que tratarse de un proceso seguro y en el que la mujer debe sentirse cómoda de tomar esa decisión.
La criopreservación de óvulos se trata de una técnica mediante la cual se congelan y se conservan los ovocitos en nitrógeno líquido a -196 grados, sin que provoque alteraciones significativas para utilizarlos en el futuro. Según los expertos, para que el procedimiento tenga más probabilidades de éxito, lo más recomendable será que este proceso se realice en la veintena, ya que a partir de los 27 años la fertilidad comenzará a descender. Aún así, no será hasta los 35 años cuando la reserva ovárica empeore considerablemente.
Será apto para cualquier mujer, cuyo ritmo de vida o sus circunstancias personales no le permitan ser madre joven y, además, no quieran renunciar a su sueño. Las razones más habituales en las que las mujeres suelen recurrir a este procedimiento, como ya hemos comentado, son diversas. Entre ellas, nos podemos encontrar con la preservación por motivos médicos.
En este se incluye aquellas mujeres que hayan sido diagnosticadas con endometriosis, así como enfermedades autoinmunes, enfermedades del colágeno o con antecedentes familiares con menopausia precoz. También, son las mujeres que se encuentran en edad fértil diagnosticadas con cáncer, las que deciden someterse a este tratamiento, ya que podrían ser madres una vez hayan superado la enfermedad. Otra opción será la preservación por motivos sociales, ya que la mujer puede considerar que existen unas determinadas circunstancias en su vida actual que son incompatibles con la maternidad.
Congelar los óvulos les permitirá posponer la maternidad, pero con más garantías. Eso sí, la preservación de óvulos se trata de un procedimiento en auge, ya que se ha incrementado considerablemente en nuestro país en estos últimos años. Así, una vez que conozcamos bien por qué se produce, también habrá que saber cómo se lleva a cabo. Esto involucra dos procesos y habrá que realizar una analítica hormonal para conocer la reserva ovárica. El primero de ellos es la obtención de ovocitos, que consiste en estimular los ovarios mediante una medicación de manera que se desarrollen múltiples folículos.
Luego, habrá que realizar una punción ovárica o folicular para extraer los óvulos. Este proceso se realizará en un quirófano y, además, bajo sedación. El segundo paso será realizar una crioconservación de esos óvulos, que deberá realizarse en un estadio de maduración en metafase 2, y a velocidades ultrarrápidas, sumergiendo el nitrógeno líquido a -196 grados. Cuando cada mujer decida ser madre habrá que descongelar el óvulo y se procederá a la fecundación in vitro, utilizando el semen de la pareja o del donante.
Para eso, habrá que preparar bien el endometrio de la mujer, ya que este será el lugar donde se deben acoger a los embriones y, luego, se procederá la transferencia del óvulo fecundado en el útero materno. Respecto a la conservación de los óvulos, estos no tienen un tiempo determinado en el que puedan ser viables. Eso sí, deberán estar conservados en las correctas condiciones y que no sufran ninguna alteración.
Otro aspecto que habrá que tener en cuenta antes de iniciar el proceso será su precio. El proceso podrá variar entre los 2.500 y los 4.000 euros, aunque siempre dependerá de la clínica que se elija. Eso sí, habrá que tener en cuenta que se podrán producir otros costes adicionales, como puede ser la medicación hormonal para la obtención de óvulos, que puede llegar a costar hasta mil euros.
Tampoco el coste de mantenimiento anual de los óvulos congelados puede no estar incluido en el precio inicial que dan las clínicas. De la misma forma, el coste del tratamiento de fertilidad que se vaya a realizar la mujer después de descongelar sus óvulos tampoco suele formar parte del presupuesto que proporcionan los centros especializados.