Por mucho que sea una experiencia única y maravillosa, para muchas mujeres el embarazo se convierte en una época de estrés, por un sinfín de motivos, que les impide disfrutar del momento todo lo que podrían. Los cambios hormonales, las complicaciones físicas propias de la gestación o la preocupación por cómo se dará el parto y si sabremos afrontar el cambio de vida que se nos presenta son razones más que suficientes para que el estrés haga su aparición.
El estrés durante el embarazo es, en sí mismo, una causa misma de estrés, ya que muchas madres piensan que puede afectar al estado de salud del bebé, lo que lo convierte en una pescadilla que se muerde la cola. Si esa es una de tus preocupaciones te decimos ya que puedes estar tranquila. El estrés por sí solo no afecta a la salud del bebé, solo en casos en los que es muy agudo puede ser la causa de que existan factores de riesgo para la salud de ambos.
El embarazo es una etapa muy especial que merece la pena disfrutar plenamente. Por eso queremos ayudarte con estos consejos sencillos, pero efectivos, a la hora de decirle adiós al estrés en el embarazo.
Sabemos que dormir 8 horas al día no resulta fácil para la mayoría de las personas, y menos aún para una mujer embarazada que no sabe ni cómo colocarse en la cama en los últimos meses de gestación, por no hablar de la necesidad constante de ir al baño o las regurgitaciones nocturnas. Con todo, procura respetar al máximo las horas de sueño, porque te sentirás mejor, tanto física como mentalmente, y te resultará más sencillo controlar el estrés. Y por supuesto, no olvides el maravilloso efecto que tienen esas pequeñas siestas improvisadas en cualquier momento del día. Si dispones de 15 minutos para echar una cabezadita, aprovéchalo.
Organizar bien el tiempo es fundamental para mantener el estrés controlado. Apunta bien todas tus necesidades y obligaciones (incluyendo los tiempos de descanso) para que nada te pille por sorpresa. Y ante situaciones que puedan desbordarse no lo dudes y delega. En quien haga falta, pero delega. Si sientes que no llegas a hacer todo lo que deberías va a ser inevitable que los niveles de cansancio, frustración y estrés se disparen.
Tan importante es que descanses, como que te muevas. Hay que evitar el sedentarismo en cualquier momento de la vida, pero en el embarazo de manera especial, a menos que el médico diga lo contrario. No hace falta que te pongas a sudar la camiseta, pero sí que realices algún tipo de ejercicio moderado, como caminar a diario. El pilates, el yoga o la natación también pueden venirte de maravilla, no solo para acabar con el estrés, sino para sentirte bien físicamente y reducir posibles dolores de espalda o la hinchazón de piernas.
O un masaje. O ambas cosas. Llena la bañera y siente el relax de un baño de espuma cuando tengas un momento para ti porque pocas cosas hay más relajantes. Un poco de música y una luz tenue son el complemento perfecto para disfrutar el máximo de ese tiempo solo para ti. Los masajes pueden proporcionarte un bienestar muy similar, además de ayudarte a mejorar la circulación y a aliviar la pesadez de piernas.
Una de las mejores maneras de aparcar el estrés es disfrutar de la compañía de otras personas, como amigos o familiares, con los que podamos divertirnos. Ver una comedia con tu pareja que os haga reír también es estupendo. Estar embarazada no significa dejar de pasarlo bien, ni mucho menos, y la risa es, además, una de las formas más placenteras que hay de liberar endorfinas y reducir el estrés.
Durante el embarazo la cabeza es una máquina de generar dudas a toda velocidad, relacionadas normalmente con la propia salud y la del bebé. No dejes que esas inquietudes se acaben convirtiendo en preocupaciones que te generen estrés y consulta todo lo que necesites con tu ginecólogo o matrona. Y mucho cuidado con la cantidad de información que hay en internet, capaz de instalar en cualquiera preocupaciones sin fundamento o de ofrecernos soluciones que no nos convienes. Tus médicos están ahí para ayudarte en este momento tan especial.
A menos que el médico diga lo contrario porque tengas un embarazo de alto riesgo, el sexo durante los meses de gestación es tan beneficioso (o más) como en otras etapas de la vida. La liberación de endorfinas que se produce con el orgasmo hace que nos sintamos mejor, de buen humor y con mayor disponibilidad para ver el lado bueno de las cosas. Además, es un relajante muscular que nos ayuda a conciliar el sueño, algo que puede costarnos más de lo habitual durante el embarazo.