Las vacunas no suelen ser fáciles para nadie. Y mucho menos para los niños. Es por eso que cuando acudimos a su cita para algún tipo de inyección suelen ponerse nerviosos y podemos llegar a perder la paciencia. Pero, ¿cómo se puede explicar a los más pequeños qué son las vacunas y cómo deben actuar?
Actualmente, una nueva vacuna se ha incluido en su calendario; aquella contra la Covid 19 y será de vital importancia saber darle las explicaciones adecuadas a los niños. Los padres serán los mayores referentes de los más pequeños y, por tanto, deben ser ellos quienes les ofrezcan toda la información para que sean conscientes de la importancia de las vacunas y sus consecuencias.
Es por eso que, antes de llegar al médico, el pequeño debe conocer cómo va a ser el proceso y qué se van a encontrar. Algunos de ellos se llegan a vacunar sin la presencia de sus padres y, por tanto, deberán tenerlo todo claro antes de someterse a este proceso.
Los progenitores serán los encargados de explicar todos los procesos de vacunación y contarles qué es lo qué va a pasar antes y después de ser inoculados. A los niños les podrán surgir una infinidad de dudas y toda la información deberá transmitirse en un lenguaje más adecuado, claro y sencillo y, sobre todo, adaptado a su edad.
También, será importante contar cuántas vacunas han recibido desde que nacieron, explicárselo con el libro de vacunación, ya que será un material no abstracto que le ayudará a comprenderlo mejor. Gracias a esas hojas, los niños visualizarán y normalizarán algo que es totalmente normal.
Podrá ser que los pequeños no tengan miedo al proceso, pero sí a enfrentarse a una aguja. Así, el proceso de inyección deberá explicarse con frases y expresiones positivas, sin mencionar el dolor o la inyección. Esta sensación se podrá describir como ‘un poco de presión’ o ‘un pequeño pellizco’. Además, habrá que mostrar una actitud de escucha activa y que los pequeños se sientan atendidos y entendidos.
De la misma forma, será importante mostrar naturalidad y tranquilidad. No será una situación que no han vivido antes y, por tanto, no habrá de que preocuparse o actuar de una forma que no sea normal. Además, habrá que hablar de todo aquello que le proporcione cierta seguridad, sin sumarle ninguna duda más. No se trata de mentir, pero sí de ocultar ciertas consecuencias que los pequeños no deberán saber.
Habrá que dejarles claro que el proceso de vacunación será algo puntual, no un hecho que puede formar parte de su día a día. Con todo y mucha paciencia, los pequeños nos podrán dar una lección de comportamiento y actitud.