La lactancia es una etapa clave para el crecimiento del bebé. Así, habrá madres que se decantarán por dar el pecho, mientras que otros padres lo harán por la leche de fórmula. En este último caso, el biberón se convertirá en su mayor aliado. Pero, ¿cómo podrás lograr el biberón perfecto?
Lo primero que debes tener en cuenta es que los biberones no son productos totalmente estériles y que es posible que contengan alguna bacteria que sean nocivas para la salud de tu bebé. Por eso, será muy importante seguir una serie de consejos, teniendo muy en cuenta la higiene. De esta manera, evitarás que el pequeño contraiga algún tipo de enfermedad.
También será importante conservar bien la leche de fórmula y de todos los utensilios que se utilicen en el proceso. Una vez que ya tengas todo claro tendrás que lavarte bien las manos, para comenzar con la preparación del biberón. Además, la superficie donde vayas a trabajar deberá estar limpia.
Así mismo, tras la toma, habrá que lavar bien el biberón y usar un cepillo para limpiar bien el interior, eliminando cualquier resto de leche. Lo último será esterilizarlo. Para ello, tendrás que poner el agua a hervir y mantener el biberón dentro durante unos quince minutos. Luego, debido a la alta temperatura, deberás sacarlo con unas pinzas.
Cuando ya vayas a preparar el biberón deberás tener en cuenta si el agua del grifo es potable. En caso afirmativo, no habrá ningún problema en utilizarla para la elaboración del biberón. En el caso de que quieras usar agua embotellada, siempre deberás asegurare que en la etiqueta se indica que es apta para los bebés.
Lo mejor será que sigas todas las instrucciones que aparecen en la caja de la leche que utilices, así como las indicaciones que te hayan proporcionado el pediatra.
Lo mejor será que evites utilizar agua filtrada en jarra, ya que podrán aparecer más microbios o bacterias. Además, será muy importante respetar las proporciones de agua y leche, ya que, en caso contrario, esto podrá afectar al sistema digestivo del pequeño.
Respecto a la temperatura, el biberón deberá alcanzar entre unos 36 y 37 grados. Por eso, si está demasiado caliente habrá que colocarlo bajo agua fría para que baje un poco la temperatura.