Contracciones y otros síntomas: ¿estoy de parto?
Estos son los síntomas que te indican que se acerca el momento del parto
No todos se producen en todas las embarazadas ni en el mismo nivel de intensidad
Una de las mayores preocupaciones de una mujer embarazada, sobre todo si es primeriza, es poder distinguir los síntomas que le indican que está de parto o que este es inminente. Cuando se acerca el parto, nuestro cuerpo se prepara y comienza a experimentar una serie de cambios. Es cierto que cada embarazo es diferente, por eso no todas las mujeres a punto de dar a luz muestran los mismos síntomas, ni en el mismo grado de intensidad, pero lo más habitual es que notes alguno de ellos cuando el embarazo se aproxime a su término.
Aumento de las contracciones de Braxton Hicks
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Que son distintas a las contracciones de parto. Las contracciones de Braxton Hics se empiezan a producir normalmente (no hay fecha exacta) a partir de la semana 29 de gestación y lo hacen de manera esporádica. Se producen en el músculo uterino con la finalidad de borrar y ablandar su cuello, y duran unos 30 segundos. Se sienten en la zona baja del abdomen y en las ingles, y aunque son indoloras pueden resultar molestas. Se hacen cada vez más frecuentes, aunque son irregulares, y más intensas al acercarse el momento del parto.
Para conseguir aliviarlas puedes cambiar de posición, caminar un poco si estabas en reposo o, por el contrario, descansar si estabas en movimiento. Otra forma de ayudarte a relajar la musculatura pélvica es darte un baño que te ayude a rebajar la tensión, pero procura que el agua no esté demasiado caliente.
Cuando llegue el momento del parto las contracciones serán diferentes (regulares, intensas y dolorosas), y no servirán para avisarte de nada, sino para ayudar a nacer a tu bebé.
Anes del parto comienza a descender la barriga
Uno de los comentarios que más escucharás cuando te acerques a la recta final del embarazo es que aún falta para que estés de parto porque tu barriga está muy alta. O lo contrario, que ya te queda poco para ese momento porque la tienes muy baja. Estos comentarios se basan en el hecho de que antes de que el embarazo se acerque a su término el bebé se empieza a preparar para nacer y se coloca encajando su cabeza en la pelvis. Esto normalmente ocurre antes de la semana 37 y es entonces cuando se puede apreciar un descenso de la barriga.
Cuando esto ocurra el bebé tendrá menos espacio para moverse y ejercerá una mayor presión sobre tu zona pélvica que posiblemente te resulte molesta. Pero como no hay mal que por bien no venga, seguramente empiezas a respirar mejor porque habrá dejado de hacer presión en tu diafragma. Si se trata de tu segundo embarazo o posteriores, es posible que el bebé tarde un poco más en encajarse y, por lo tanto, la barriga descienda más tarde.
Necesitas orinar con más frecuencia
Que el bebé se coloque para prepararse para el nacimiento, unido a su aumento de tamaño y peso, harán que tu vejiga esté presionada casi constantemente y que tenga menos espacio, por lo que sentirás la necesidad de orinar a todas horas. Aunque esto es algo que puede empezar a pasar en los últimos meses del embarazo, cuando se acerca el momento del parto es un síntoma que estas ganas de orinar se intensifiquen. Puede resultar muy cansado tener que ir tantas veces al baño, pero no queda otra que armarse de paciencia ya que no hay nada que puedas hacer para evitarlo.
Expulsión del tapón mucoso
Es uno de los síntomas más claros de que el parto es inminente. Esto quiere decir que podría producirse en las últimas horas, pero también puede tardar días en llegar. La expulsión del tapón mucoso solo se produce cuando un embarazo ha llegado a término, pero no ocurre siempre, y en ocasiones no se expulsa hasta que estamos ya en la fase de dilatación.
El tapón mucoso se forma en las primeras semanas de gestación, y es una secreción que hace de barrera entre la vagina y el interior del útero. En general tiene un aspecto transparente, pero puede volverse algo marrón si al expulsarlo se produce un ligero sangrado. Si el sangrado es abundante tienes que acudir de inmediato al hospital para que allí comprueben que todo está bien.
Romper aguas
Cuando se rompe la bolsa que contiene el líquido amniótico no hay duda alguna de la inminencia del parto. Esta bolsa y el líquido que contiene han servido durante todo el embarazo para proteger al bebé del mundo exterior, y una vez rota el parto debería producirse en las horas siguientes. Puesto que el bebé no puede permanecer muchas horas sin el líquido amniótico, si el parto no sucede lo más lógico es que procedan a inducírtelo.