Durante el embarazo surgen muchas inquietudes que no hacen sino que aumentar cuando se acerca el momento del parto. Si todo sigue su curso natural lo más seguro es que tengas un parto vaginal, y que si existe alguna complicación de última hora te practiquen una cesárea. Pero, en ocasiones, las cesáreas se planifican por diferentes motivos médicos, y si es tu caso lo más probable es que ya te estés haciendo una serie de preguntas sobre cómo será el parto, la posterior recuperación o la lactancia.
Aunque lo más recomendable es un parto vaginal, la cesárea es un método de parto muy seguro que puede proteger la salud de la madre y el bebé cuando se dan determinadas circunstancias. Estas son las causas principales por las que un médico recomendaría programar una cesárea:
Es una operación quirúrgica en la que se realiza una doble incisión, una en el abdomen, sobre la zona del pubis, y otra en la pared del útero. Es posible que haya realizar otra incisión en la línea media del abdomen para permitir más espacio para el parto, pero puede generar más complicaciones y no se suele realizar.
Cuando se corta la pared abdominal se apartan los músculos del abdomen y se corta el útero para extraer la placenta y seguidamente al bebé. Después se utilizan puntos reabsorbibles para suturar el útero, y en la incisión abdominal se utilizan puntos de sutura o grapas quirúrgicas que se pueden retirar sin apenas molestias a los pocos días. Se limpia la herida y se cubre con un vendaje.
En muchos hospitales ya permiten que durante la cesárea el padre esté presente acompañando a la madre durante la cesárea.
Es posible que te pidan que te duches utilizando un jabón antiséptico el día anterior a la cesárea y la mañana de la misma. Es mejor no rasurar ni depilar el vello púbico el día anterior para evitar posibles infecciones. Si es necesario hacerlo, se encargarán en el hospital antes de practicar la cesárea.
La anestesia general se suele utilizar solo cuando hay una emergencia. En el resto de casos lo habitual es emplear una anestesia regional que únicamente adormece la parte inferior del cuerpo, de tal forma que la madre puede ser consciente de todo el proceso.
El mejor momento es cuando el embarazo ha llegado a término, una semana antes de la fecha prevista para el parto, es decir, en la semana 39. Pero en ocasiones se considera necesario adelantarla para evitar riesgos mayores y se programa para la semana 38. Incluso es posible realizarla en la semana 37 si el embarazo es de alto riesgo, aunque se corra el peligro de que los pulmones del bebé aún estén inmaduros y pueda existir el riesgo de que sufra alguna complicación respiratoria. Los médicos sabrán determinar qué es lo más adecuado en cada situación.
En realidad el bebé puede engancharse al pecho de la madre en la primera hora tras nacer aunque el parto haya sido por cesárea. La mayoría de las complicaciones para llevar a cabo la lactancia vienen dadas por creencias erróneas de la madre o prácticas inadecuadas del hospital, aunque es cierto que en ocasiones, tras la intervención, la leche tarda algo más en subir que cuando el parto es vaginal. En cualquier caso, las estadísticas muestran que, aunque en ocasiones el primer mes sea algo más complicado para las madres que han tenido una cesárea, pasado ese tiempo no existe ninguna diferencia entre ellas y las que han tenido un parto vaginal.
Tras la cesárea es posible que tengas que permanecer en el hospital algunos días y tomar medicamentos para evitar el dolor tras la intervención. Al llegar a casa es importante que te lo tomes con calma y descanses todo lo que puedas, aunque podrás hacer una vida prácticamente normal en muy poco tiempo. Simplemente evita fatigarte y no levantes objetos pesados. Revisa la herida de la cesárea y acude al médico si tienes algún signo de infección como inflamación de la herida o fiebre.
Una cesárea es una intervención quirúrgica y necesitas recuperarte antes de comenzar a hacer deporte. No tengas prisa, habrá tiempo para ello. Lo importante es que sea el médico el que determine cuándo puedes comenzar a hacer ejercicio y de qué manera para asegurar que todo está como debe para que no tengas complicaciones de ningún tipo.