El destete de un bebé en ocasiones ocurre de manera casi natural, pero lo cierto es que la mayoría de las veces hay que provocarlo por diferentes motivos. El más habitual es el agotamiento de la madre, y en el caso del destete nocturno, la necesidad que tiene de (intentar) dormir toda la noche sin interrupciones. Es cierto que el destete no garantiza que el niño vaya a dormir sin despertarse en algún momento de la noche, ya que los ritmos del sueño dependen de otros factores, pero eso no significa que tú consideres que ha llegado el momento de hacerlo. Y si es así, adelante.
Nadie mejor que tú para saber qué es lo mejor para ti y tu bebé, así que, llegado el caso, aquí tienes los consejos necesarios para un destete nocturno en el que tu hijo sufra lo menos posible.
Muchas veces parece que la culpa va ligada al hecho de ser madre, y decisiones como el destete perecen acrecentarla. Si necesitas descansar de la lactancia, no pienses que se trata de una decisión egoísta. El bienestar de tu bebé no existe sin el tuyo, y uno de las cosas que también hemos de aprender como madres es escucharnos y para saber cuáles son nuestras propias necesidades. Además, sin culpa será más fácil el destete, lleve más o menos tiempo conseguirlo.
Tenga la edad que tenga, es conveniente que le expliques a tu hijo que ya no habrá teta por la noche. Hazlo de manera suave, dile que necesitas descanso para disfrutarle al máximo cuando es de día. Y que si te necesita por la noche, estarás para él, aunque no haya teta.
Si tu bebé se acuesta nada más cenar, y la cena ha sido copiosa, tendrá más posibilidades de despertarse por la noche con molestias y reclamar tu presencia para engancharse al pecho. Procura que haya pasado una hora al menos y antes de dormir mejor dale un biberón o un vaso de leche.
O al adulto de referencia, si lo hay. Su colaboración va a ser fundamental para acudir cuando el bebé se despierte llorando en busca de consuelo. Eso sí, habrá de armarse de paciencia, porque no podrá ofrecerlo lo que está buscando. Las canciones, caricias, abrazos o cuentos serán de gran ayuda en ese momento.
Es muy posible que la sed sea el motivo por el que se despierte el bebé durante la noche. Prueba a ofrecerle un poco de agua o leche, ya sea en vaso o biberón. Si calma su sed, es muy posible que vuelva a dormirse tranquilo.
Puede que, sin darte cuenta, hayas elegido llevar a cabo el destete coincidiendo con la salida de sus primeros dientes. Si esto es así, lo más fácil es que las molestias le hagan despertarse a menudo y que busque el consuelo del pecho. Consulta con tu pediatra para saber si le están creciendo los dientes y qué puedes hacer para calmarle sin recurrir a la lactancia.