La diabetes insípida es un trastorno anormal que provoca un desequilibrio en los líquidos del cuerpo. Se trata de una afección causada por la insuficiencia de la hormona antidiurética (ADH, por sus siglas en inglés) en el cuerpo. Esto provoca sed, incluso si ya has bebido mucho agua. Por ello, otro de sus síntomas es producir grandes cantidades de orina. Con la diabetes insípida, los riñones extraen demasiada agua de la sangre. La enfermedad tiene dos tipos: la diabetes insípida central y la diabetes insípida nefrogénica. No hay cura para la diabetes insípida, pero sus tratamientos pueden aliviar la sed y disminuir la producción de orina. Esta puede afectar a adultos, embarazadas y niños.
Los signos y los síntomas de este tipo de diabetes son variados: sed extrema, la producción de grandes cantidades de orina diluida, la necesidad frecuente de levantarse a orinar durante la noche y la preferencia por las bebidas frías. Este trastorno también pueden sufrirlo los bebés y estará muy relacionado con la cantidad de agua que se consume durante el embarazo. Un bebé o un niño podrá padecer diabetes insípida si presenta los pañales mojados y pesados, si toma la acción de orinar involuntariamente, si presenta trastornos del sueño, fiebre, vómitos, estreñimiento, retraso en el crecimiento o pérdida de peso. Habrá que consultar con un médico si la orina es excesiva y la sed, extrema.
En mujeres gestantes, esta afección ocurre en dos a seis embarazos de cada 100.000. Se distingue por inducir sed intensa, poliuria, síntomas neurológicos e hipernatremia. Cabe destacar que no afecta la fertilidad de las pacientes y puede vincularse con preeclampsia, hígado graso y síndrome HELLP; además, normalmente, suele ser transitoria.
En los adultos, la diabetes insípida puede ser causada por distintos factores. Esta afección se puede deber a que una glándula del hipotálamo no produce suficiente hormona antidiurética, una glándula pituitaria que no libera suficiente ADH en la sangre o daños en el hipotálamo o la hipófisis causados durante la cirugía o la radioterapia.
También, puede ser consecuencia de un daño cerebral, tumor, tuberculosis, bloqueo en las arterias que conducen al cerebro, la inflamación del cerebro (encefalitis), inflamación del tejido que recubre el cerebro y la médula espinal (meningitis), sarcoidosis, por herencia familiar o producida por determinados medicamentos, como el litio.
Los niños que tienen un riesgo más alto de padecer diabetes insípida serán aquellos que sufran de una lesión en la cabeza, se hayan sometido a algún tipo de cirugía cerebral, tumor cerebral, tengan una enfermedad renal o hayan sido tratados como algún tipo de medicamente, como ya hemos comentado anteriormente.
Los síntomas pueden ser distintos en cada niño, aunque lo más normal será tener sed excesiva, miccionar de forma descontrolada y sufrir de deshidratación. Los bebés con diabetes insípida pueden mostrar signos como irritabilidad, mala alimentación, falta de crecimiento y fiebres altas. Cabe destacar que estos síntomas pueden parecerse a los de otros problemas de salud.
Para diagnosticarlo, el especialista te hará varias preguntas sobre los síntomas y los antecedentes. También podrá preguntarte sobre la salud en la familia, así como los hábitos en el consumo de líquidos, la dieta y los hábitos del vaciado del intestino y la vejiga diarios. Además, hará un examen físico y necesitará hacer unas pruebas y análisis como el de orina.
Para ello, el enfermo no deberá beber durante unas horas. Luego, tendrá que hacerlo dos veces en menos de una hora. Así, se podrá descartar la diabetes tipo 1 o tipo 2 (si tiene diabetes tipo 1 o tipo 2, habrá exceso de azúcar en la orina). El especialista también podrá requerir un análisis de sangre para medir los niveles de sal en la sangre o una prueba de privación de agua, para comprobar si se produce la deshidratación mientras no se come ni bebe.
Respecto a su tratamiento, dependerá de la causa. Este podrá hacerse con ADH sintético; tomándose una pastilla, mediante una inyección o un aerosol nasal. Otros tratamientos incluyen medicamentos que aumentan la capacidad del cuerpo para generar más ADH. Otra recomendación será que beber líquidos en abundancia. Esto se realizará para compensar la cantidad de líquidos que pierde el cuerpo a través del exceso de orina. Por ello, es posible que se tengan que controlar el consumo de líquidos y la producción de líquidos.
Cabe destacar que la diabetes insípida puede ser temporal o permanente; todo dependerá de por lo que esté causada la enfermedad. Si está controlada, el enfermo podrá llevar una vida totalmente normal, plena y saludable. Si no se trata, la diabetes insípida puede generar problemas, en el caso de los niños, tales como daño cerebral y retraso del crecimiento.
Respecto a si se puede prevenir o no, hay que tener en cuenta que la diabetes insípida suele ser permanente y es muy probable que no pueda evitarse; además, está asociada con otro problema de salud generalmente, como por ejemplo una función renal anormal o con tumores. Aunque no puede prevenirla en estos casos, a menudo puede controlar los síntomas y con su tratamiento, llevar una vida totalmente normal.