Tres disfraces de niños fáciles y divertidos para fabricar juntos en casa
¿Los peques de la casa no saben de qué disfrazarse? Aquí te traemos algunas ideas caseras para que ellos mismos participen en su elaboración
Siempre el mismo quebradero de cabeza. Ya sea porque el peque de la familia tiene una fiesta de disfraces, se acerca Halloween o no sabe de qué quiere disfrazarse en carnaval. Lo cierto es que elegir disfraz nunca ha sido fácil ni para los padres, pues siempre hay una lista de todos los que nos gustaría y elegir es una decisión algo complicada. Pero con los niños podemos aprovechar para hacer disfraces caseros, así ellos sacan a relucir toda su imaginación y se mantienen entretenidos más de una tarde ideando el que será su disfraz favorito. Por eso hoy te traemos tres disfraces distintos que no serán muy complicados pero que harán que los pequeños se lo pasen en grande mientras lo hacen contigo.
¡El capitán del barco!
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Parece que no hay niño que no se haya disfrazado alguna vez de pirata, y la verdad que es bastante fácil de hacer. Lo primero es el sombrero, aunque si al niño le incomoda siempre puedes optar por un pañuelo rojo o negro. Pero si de verdad quiere ser el capitán o capitana, el sombrero es la mejor opción. Con fieltro negro se puede hacer, eso sí, mide bien su cabeza para que luego le encaje perfectamente. Dale forma y si quieres, para que el peque tome partido en la creación, deja que lo recorte. Luego solo falta unir los extremos para que quede la forma redondeada, puedes coserlo o pegarlo con silicona, como mejor te vaya.
Y no puede faltar una calavera para ser el verdadero capitán de la fiesta, así que dibuja una en fieltro blanco y pégala o cósela en el centro del sombrero. Un buen atuendo de pirata también necesita de su característica camiseta blanca de rayas de color rojo, negro o azul marino, del que el niño prefiera. Por supuesto, queda el parche, que lo puedes hacer con un trozo de fieltro negro como el del sombrero y coserlo a un elástico negro para que se adapte bien a la cabeza.
Solo quedan los accesorios, los chicos si quieren pueden ponerse una peluca larga y las chicas alguna trenza algo desaliñada, llevar una cuerda o una espada, que si te da cosa que la tenga puedes hacer una con un globo alargado, o pintarles la barbilla para que parezca que lleva barba.
Un vaquero del oeste
Si hay un disfraz sencillo es el de vaquero. Seguro que tus hijos tienen por ahí alguna camisa de cuadros que será perfecta para comenzar con el atuendo, a la que se tendrá que sumar una chaqueta, que sería genial si fuese vaquera o marrón. Para darle ese toque del lejano oeste puedes utilizar fieltro marrón para hacer unos flecos que pegarle luego a la chaqueta y que le encantarán a los más pequeños.
Un pantalón vaquero viejo seguro que tienes, pues es la hora de darle una segunda vida para también pegarle en las costuras laterales unos flecos. Para ser un auténtico vaquero solo te queda añadir un pañuelo anudado al cuello y un sombrero junto a algún que otro accesorio más, como un cinturón o un revolver de juguete.
Pero si quieres que el disfraz sea toda una revolución puedes añadirle un caballo. No es tan complicado como crees, pues con un palo marrón solo tendrás que hacer una cabeza de caballo para que el peque lo monte. Si hacerla con tela es complicado, siempre puedes hacerlo con cartón y luego pintarla. Solo te queda añadirla en un extremo del palo y ya tienes a un verdadero vaquero del lejano oeste en casa.
Insectos adorables
Seguro que alguno de tus hijos siempre ha querido ir de algún insecto, pues el sarantontón o la abeja son dos muy fáciles y divertidos de hacer. La base de ambos está en una camiseta negra y un legging o una media tupida negra. ¿Y cómo se le da la nota de color? Pues con fieltro.
Para el sarantontón puedes usar fieltro rojo para hacer una especie de falda o un pantalón con las medidas de la cintura, aunque si tienes una camiseta roja, perfecto. Mientras, para esos lunares tan característicos puedes hacerlos con fieltro negro o goma eva para luego pegárselos. Solo te quedan unas antenas o hacer un pequeño sombrero con el fieltro rojo y negro que te ha sobrado. Pinta un poco la cara, ¡y listo!
Pero si prefiere ser una abeja el proceso es muy similar, solo que la base será un fieltro amarillo para luego hacer las rayas en negro. Y estarás pensando, ¿no se le añaden alas? ¡Por supuesto! Con tul negro puedes pegarlo a la espalda para que sobresalga por sus brazos y así sea una abeja o un sarantontón en toda regla.
Ya ves que hacer disfraces caseros con tus hijos no es tan complicado si antes sabemos qué materiales hay que usar. Sin duda pasarán una tarde más que divertida confeccionando un disfraz que seguro que será todo un éxito.