Hace unos días, Amy Schumer daba visibilidad a un asunto de vital importancia no sólo para muchas mujeres, también para muchos hombres: la fecundación in vitro. La actriz compartía una imagen en su cuenta de Instagram en que se apreciaban las marcas que ha dejado en su cuerpo el proceso al que se está sometiendo para poder concebir un segundo hijo, recibiendo el apoyo de muchas compañeras y compañeros de profesión y dando visibilidad a las dificultades físicas y emocionales que se atraviesan en el camino.
Hablamos con la Dra. Anabel Salazar, directora de la clínica de reproducción asistida IVI Málaga para que nos aclare este y otros aspectos sobre las diferentes técnicas de reproducción asistida: el límite de edad, la preservación oncológica, la importancia de concienciar a las mujeres sobre la disminución de fertilidad a partir de determinada edad y otros temas relacionados con la reproducción asistida. Porque, según nos comenta, la sociedad no debe estigmatizar la infertilidad y es de gran ayuda hablar de ello, saber que otras mujeres han pasado por el mismo proceso y que existen posibilidades de éxito real.
Amy Schumer tiene 38 años, una edad en la que la fertilidad desciende de manera muy acusada y en la que existe un alto riesgo de alteraciones cromosómicas en los embriones. La solución pasa por preservar los óvulos cuando aún son jóvenes, preferiblemente antes de los 30 años, de manera que cuando la mujer decida ser madre tendrá las mismas posibilidades que en el momento de la preservación.
España, que se encuentra a la cabeza en el desarrollo e implantación de técnicas de reproducción asistida y preservación de óvulos, es también el país europeo con mayor número de clínicas de fecundación que, según los últimos datos de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) entre públicas y privadas están en torno a las 400, siendo superada sólo por Estados Unidos.
Para hacer una aproximación a las diferentes técnicas de reproducción asistida, hablaremos de Preservación, que consiste en la conservación de óvulos congelados para su uso futuro, Inseminación Artificial, Ovodonación y Embriodonación y Fecundación In Vitro, pudiendo esta última incluir o no el diagnóstico genético preimplantacional para detectar alteraciones en el número de cromosomas de los embriones.
Vivimos en una sociedad en la que la maternidad se ha ido retrasando por motivos económicos, laborales o personales hasta edades en las que la fertilidad no está a pleno rendimiento. La Dra. Salazar nos comenta que “en España, la media de edad para el primer embarazo está en torno a los 32 años, sólo estamos por detrás de Italia, mientras en el resto de los países europeos, probablemente por las políticas sociales y de ayuda a la maternidad, la edad baja considerablemente. Por eso es importante, tanto si tienes muy claro que quieres ser madre como si lo dudas, congelar tus óvulos entre los 30 y 35 años, aunque la mayor efectividad se obtiene cuando no se han cumplido los 30. Los problemas, en caso de decisiones tardías, empiezan por la necesidad de recurrir a la donación de óvulos y ahí entran en juego una serie de cuestiones emocionales para las que no todas las mujeres están preparadas”.
A partir de los 35 años la calidad y cantidad de óvulos empieza a ser notablemente inferior a la que se tenía unos años atrás y aunque no es posible parar el tiempo, mediante la preservación de óvulos jóvenes es posible postergar la decisión de ser madre más allá de los 35 años.
La técnica consiste en la obtención y conservación a -196 grados centígrados (vitrificación) de óvulos para su uso futuro, garantizando de este modo que sus características se mantengan como en el momento en que se criopreservaron.
En el caso de las mujeres, lo ideal es optar por la preservación antes de los 35 años y aunque se pueda realizar más allá de los 38 años, no es lo aconsejable ya que las probabilidades de embarazo se ven disminuidas considerablemente. A partir de los 40 años la fertilidad se reduce en más de un 90%, por eso es importante difundir un mensaje que desde la clínica de reproducción IVI Málaga nos lanzan: “si te lo planteas, el momento para preservar es ahora”.
La Dra. Salazar comenta que no hay que confundir términos: “muchas mujeres han estado años utilizando la píldora como método anticonceptivo y cuando toman la decisión de tener su primer hijo y resulta que no se pueden quedar embarazadas, piensan que es una consecuencia del método anticonceptivo elegido. No es así, el problema es haber tomado la decisión demasiado tarde, aunque también se pueden presentar problemas de infertilidad que no se han diagnosticado durante la toma de la píldora anticonceptiva”.
En cuanto a los espermatozoides, también se puede realizar una congelación, un método sencillo que no alterará su estructura ni su calidad cuando se descongelen. En el caso de los hombres, aunque la producción de semen es continua y no disminuye a partir de los 35 años como en el caso de la mujer, su calidad también se ve alterada, además, como puntualiza la doctora, “el varón puede sufrir en cualquier momento un problema que le impida ser padre, un traumatismo, una torsión testicular, etc. Si que es cierto que su calidad no se ve afectada por la edad salvo en edades superiores a los 55-60 donde si vemos una disminución de la misma, aunque no al nivel que en la mujer donde la producción de óvulos acabará cuando llegue la menopausia”.
En cuanto a los precios, siempre que hablemos de ellos hay que considerar que son orientativos y que varían de unas clínicas a otras. En lo que se refiere a la preserva de óvulos, podríamos hablar de 2.500 euros, sin incluir medicación para realizar la estimulación ovárica la de semen, entre 200 y 700 euros.
La preservación, además, permite la maternidad y paternidad a pacientes oncológicos o que se ven obligados a seguir un tratamiento médico que puede dañar sus óvulos o el esperma. La Dra. Salazar nos habla del “compromiso e implicación que en IVI tienen con este tipo de pacientes, en concreto, a través de los programas de responsabilidad corporativa ‘Ser madre después del cáncer’ y ‘Ser padre después del cáncer’.
En IVI los pacientes oncológicos pueden preservar su fertilidad de forma gratuita durante 5 años, pero es necesario que su especialista les haga saber que existe esta posibilidad, que se puede convertir en una esperanza dentro del largo proceso de cura del cáncer. El trabajo de difusión, además de una tarea en la que la clínica IVI pone todo su empeño, es también labor de los especialistas, los psicólogos y las asociaciones de pacientes. Además, se trata de citas prioritarias a las que hay que dar curso de inmediato, los protocolos difieren y es posible realizar la preservación en sólo 2 o 3 semanas”
En el caso de la vitrificación de ovocitos para preservar la fertilidad, tratándose de pacientes oncológicos, el tratamiento incluye su conservación gratuita durante 5 años y tras este periodo habrá que pagar un mantenimiento anual. En el resto de los casos, el pago del tratamiento cubre 2 años, plazo que podrá renovarse anualmente.
En cuanto al semen, aunque se puede vitrificar sine die, el contrato para su mantenimiento será de 1 año prorrogable anualmente.
En cuanto al resto de técnicas de reproducción asistida, cada caso será estudiado y analizado para determinar cuál es la más adecuada para cada paciente. Sin entrar en términos científicos podemos hablar de las siguientes:
Esta técnica se utiliza para propiciar la fecundación y consiste en la colocación de una muestra de semen, previamente preparada en el laboratorio, en el interior del útero de la mujer con el fin de incrementar el potencial de los espermatozoides y las posibilidades de fecundación del óvulo.
Está indicado para parejas con problemas de fertilidad o para mujeres sin pareja masculina que desean tener hijos.
El precio por ciclo de la Inseminación Artificial ronda en España los 900 euros, aunque existen diferencias de precios entre las diferentes clínicas.
Con esta técnica se busca obtener embriones previamente fecundados en laboratorio, que se transfieren al útero materno con el fin de que evolucionen hasta conseguir un embarazo.
Es posible combinar esta técnica con el diagnóstico preimplantacional para detectar problemas cromosómicos en el embrión que se transfiere, disminuyendo el riesgo de aborto y aumentando las probabilidades de tener un bebé sano.
Este tratamiento es el indicado para mujeres mayores de 35 años, para las que han sufrido abortos por causas desconocidas y las que se han sometido a otros tratamientos sin éxito o a las parejas en que el hombre presente un bajo recuento de espermatozoides.
El precio de la Fecundación in Vitro dependerá de si incluye determinadas prestaciones como las pruebas diagnósticas o técnicas que hayan de realizarse, pero en general el precio está entre 3.500 y 5.000 euros. Si se opta por la FIV genética (con diagnóstico preimplantacional), el precio se incrementa hasta unos 8.000 euros.
Este tratamiento da la oportunidad de tener un hijo a mujeres que no pueden utilizar sus propios óvulos. La técnica que se utiliza es la Fecundación in Vitro, pero con una particularidad, que los óvulos son de una donante. En cuanto a los espermatozoides, pueden ser de la pareja receptora o, si no hay pareja masculina, también pueden ser de un donante.
El precio de la ovodonación depende en gran medida de si el semen es de la pareja o de donante y el precio puede oscilar entre 5.000 y 7.500 euros.
En España existe una regulación de las técnicas de reproducción asistida (Ley 14/2006, de 26 de mayo) que establece como usuaria o receptora de las mismas a toda mujer mayor de 18 años y con plena capacidad de obrar, sin establecer ningún tipo de límite de edad. No obstante, el consenso entre los especialistas es no realizar tratamientos de reproducción asistida a pacientes mayores de 50 años.
Volviendo a Amy Schumer, y a su comentario sobre dificultades físicas y emocionales del tratamiento, desde IVI Málaga hacen hincapié en la importancia del apoyo psicológico que desde su clínica ofrecen a los pacientes.
En cuanto a las secuelas físicas, a pesar de lo aparatosas que puedan parecer las fotos, estos efectos secundarios -pasajeros- son resultado de la medicación. Es necesario inyectar hormonas durante 10 o 12 días, son inyecciones subcutáneas que pueden provocar hematomas si en el camino se encuentran con un capilar. Mal menor que desaparece en unos días.
También es normal que se produzca distensión abdominal, del mismo modo aunque algo mayor a la que aparece antes de la regla teniendo en cuenta que hay más número de folículos creciendo. No obstante, cuando se realiza la extracción vaginal (que se practica con una sedación sencilla y con cirugía ambulatoria), esta inflamación desaparece y, con suerte, en unos meses podrás ver cómo crece tu abdomen.