Cuando va quedando poco tiempo para dar a luz será normal que la mujer se encuentre más incómoda. Por eso, será más complicado conciliar el sueño y, sobre todo, encontrar la postura más adecuada para descansar. Esto te puede llevar a dar infinidad de vueltas en la cama y tendrás que ayudarte de cojines para poder dormir bien. Además, es muy probable que hayas oído que no todas las posturas son buenas para dormir. Y así es, una de las que menos se recomienda es la de dormir boca arriba. ¿Por qué?
La razón radicará, básicamente, en la incomodidad de la futura madre, pero también en los peligros que puede entrañar esta complicada postura. Así, la Universidad de Auckland, en Nueva Zelanda, realizó un artículo donde se estudiaba la frecuencia cardiaca de un grupo de embarazadas y de sus bebés mientras descansaban en distintas posturas. De esta manera, señalaban que acostarse de espaldas podría suponer un aumento de riesgo de muerte fetal en algunos casos.
Esto se debe a que comprobaron que, durante ese periodo de tiempo, se aumentaba la frecuencia cardiaca del feto, al tiempo que disminuía su estado de actividad. Además, los autores apuntaban que esta postura aumenta el estrés del feto y, por ello, podría contribuir al riesgo de muerte fetal en mujeres con trastornos subyacentes. Sí que es cierto que se trata de un estudio muy reducido y solamente se midieron los efectos durante media hora.
Así, dormir boca arriba no será del todo recomendable y esto se debe a que todo el peso del útero recaerá sobre la espalda, los intestinos y la vena cava inferior, que será la responsable de devolver al corazón la sangre que procede de la parte inferior del cuerpo. Además, esta postura podrá conllevar problemas de espalda, dificultar la respiración, entorpecer el sistema digestivo, favorecer la aparición de hemorroides e, incluso, afectar a la circulación de la sangre.
Pero, entonces, ¿cuáles son las mejores posturas? Lo cierto es que la más adecuada, según los expertos, será tumbase sobre el lado izquierdo. Esta posición ayudará a que la sangre y los nutrientes fluyan fácilmente hasta el útero y, por tanto, hasta el bebé.
Además, esta postura facilitará que tu riñón elimine los desechos y los fluidos. Eso sí, será importante mantener la misma dirección y el mismo ángulo en los hombros y la cadera, para mantener relajados los músculos de la columna vertebral. De esta manera, se evitarán posibles dolores de espalda al dormir.
Otra opción será la de dormir de lado con una almohada entre las piernas. Estos cojines acolchados podrán convertirse en tu mejor aliado para conciliar el sueño. De esta forma, mantendrás la columna más recta y evitarás poner todo el peso de una pierna sobre la otra.
También será recomendable tumbarse poniendo las piernas en alto, ya que las mujeres embarazadas suelen tener problemas circulatorios o calambres en las piernas. En aquellos días en los que tengas algún problema estomacal, como puede ser reflujo o ardor, lo más recomendable será que pruebes con una posición semisentada. Para ello, utiliza almohadas y cojines que harán que encuentres el apoyo necesario y estarás más cómoda.
Por tanto, lo más recomendable será dormir hacia el lado izquierdo, ya que la placenta se oxigenará mejor y favorecerá el funcionamiento de los riñones ayudando a eliminar los líquidos. Además, la almohada de lactancia será una gran opción para descansar mejor, ya que las piernas no se cargarán y el nervio ciático se encontrará lo más recta posible.
Además de encontrar una buena postura para dormir, bien será muy importante evitar hacer ejercicio intenso antes de ir a la cama y asistir a clases de yoga que te ayuden a relajarte. Estas técnicas de relajación te harán estar más tranquila también durante el día y a que desaparezcan esos miedos tan comunes del embarazo.