Si hay algo que preocupa a madres y padres en los primeros meses de vida de su bebé es su cabeza, pues aún no cuenta con las capacidades y habilidades necesarias para poder sostenerla. Por eso mismo siempre que se coge a un recién nacido o un bebé con pocos meses hay que tener mucho cuidado con su cabeza y su cuello para mantenerla en una posición correcta. En esas primeras semanas y meses de vida hay que ser muy cuidadoso, pero también se le puede ayudar a fortalecer la musculatura del cuello para que poco a poco el bebé comience a sostener él solo su cabeza.
Que el bebé consiga mantener su cabeza firme es un proceso progresivo que pasará más rápido de lo que crees, pues los pequeños, más en esa edad, crecen a pasos agigantados. En las primeras semanas, más o menos hasta que cumple los dos meses, el bebé es totalmente dependiente de sus padres, pues aún es muy pequeño y su musculatura no se ha desarrollado tanto como para que su cuello pueda sostener de forma segura la cabeza. Aún así, el recién nacido girará la cabeza y hará algún que otro gesto, pero todavía será muy inestable.
A partir de ese segundo mes verás una evolución más que notable porque ya comienzas a notar cierta coordinación en sus movimientos corporales y también en el de su cuello y su cabeza. En esta edad suelen empezar a sentarse, manteniendo con cierta inestabilidad la cabeza sobre su cuello, por lo que hay que seguir teniendo cuidado para que no se haga daño. Pero cuando de verdad llegan los cambios más palpables es a partir del sexto mes, más o menos, pues ya se mantiene sentado con facilidad y comienza a gatear y hasta a ponerse en pie, aunque todavía no camine, y en relación a su cuello, ya girará la cabeza con total normalidad y la mantendrá de forma estable.
A pesar de que el desarrollo de las capacidades motoras del bebé es algo natural, es clave ayudarles a fortalecer la musculatura de su cuello con algunos ejercicios dependiendo de su edad para que su evolución sea la mejor. Ahora bien, que hayan estipuladas unas edades no significa que todos los bebés consigan esas metas al mismo tiempo, pues cada uno evoluciona a su ritmo, sirviendo cada edad de orientación.
Durante los primeros meses poner al bebé bocabajo puede serle de ayuda, eso sí siempre vigilándolo y nunca después de las comidas. En esta postura el pequeño tratará de mantenerse erguido e incluso de levantar un poco la cabeza, lo que hará que fortalezca la zona del tronco poco a poco. A partir del tercer o cuarto mes ya tiene cierta fortaleza, por eso, cuando esté acostado bocarriba, puedes cogerlo de sus manos y levantarlo de forma suave y volver a tumbarlo, de esta manera tendrá que mantener su cabeza erguida.
Otro de los ejercicios que más resultados da, siendo bastante sencillo, es aprovechar cuando está sentado para coger un juguete que le guste y llevarlo de un lado a otro para que lo siga con la cabeza o incluso se anime a mover sus brazos para intentar cogerlo. El chupete también puede ayudarte si lo colocas en una de sus manos cuando está acostado. Así, aguanta su mano hacia arriba y bájala con cuidado a su mano contraria volviendo a su posición inicial para trabajar su extremidades y también la musculatura de sus hombros.
Estos son solo algunos ejercicios que pueden ayudar a los bebés a fortalecer la zona de sus hombros y su cuello para mantener la cabeza erguida y poder sostenerla, un proceso ya natural de por sí pero que se ve complementado por estos ejercicios de motricidad que ayudarán al bebé a su desarrollo en cuanto a movimiento y también en seguridad. Así que ya sabes, estos ejercicios serán fantásticos, pero no fuerces al bebé, él irá a su propio ritmo.