Ana Peleteiro se encuentra atravesando un gran momento personal. La medallista olímpica espera a su primer hijo junto a Benjamin Compaoré. Lúa nacerá el próximo mes de diciembre, algo que permitirá a la atleta prepararse para los próximos Juegos. Debido a su estado, la gallega ha tenido que parar; algo que ha terminado afectando a su estado anímico, ya que sueña con volver a la pista a saltar cuanto antes.
La campeona de triple salto vive en París junto a su pareja. Esta ciudad se ha convertido en un lugar importante para ella, pues aquí no solo nacerá su pequeña, sino que también se celebrarán los próximos Juegos Olímpicos.
Compaoré, deportista francés que compite en la categoría masculina de esta misma disciplina, continúa entrenando y esforzándose al máximo para mejorar su marca. Algo que a Peleteiro ha terminado poniéndole "los dientes largos", ya hasta que no nazca su bebé y se recupere por completo no podrá volver a la pista.
La española ha acompañado a su chico a uno de sus entrenamientos en el INSEP (Instituto Nacional de Deporte, Experiencia y Rendimiento), centro de alto rendimiento para deportistas situado a las afueras de París. Verle saltar para tratar de mejorar su técnica ha terminado afectando a la futura mamá, que ha hecho una importante reflexión sobre esto y sobre lo mucho que ama su trabajo.
"He venido al INSEP a ayudar a Beny en el entrenamiento. Hoy le ha tocado técnica y os juro que se me han puesto los dientes largos… Nunca antes me había pasado tan heavy como hoy. Os juro que me ha faltado nada y menos para ponerme a saltar con él", ha dicho a través de sus redes sociales.
Peleteiro asegura que "este embarazo" le está ayudando a "apreciar lo mucho que amo mi trabajo", pero sobre todo "a recuperar mucha motivación que al fin y al cabo con los años se va perdiendo".
La joven ya tiene puesto el punto de mira en París 2024 y, aunque es consciente de que hasta que no se recupere completamente tras dar a luz no podrá volver a correr y a saltar, está preparada para dar lo mejor de sí misma a su vuelta. "A día de hoy os juro que estoy con las ganas al 100% y con muchos objetivos y retos por delante", asegura.
Además de querer superarse de cara a las próximas olimpiadas, estas serán para ella unas de las más especiales. Por un lado, porque serán las primeras en las que compita tras haber sido madre, por otro, porque su familia podrá estar presente en las gradas y celebrar junto a ella su triunfo. “Me pone literalmente pensar en competir en París con mi hijo y mi familia en la grada después de ganar una medalla y que no estuvieran allí por el COVID”, decía hace poco a través de sus redes.
Para Ana esta maternidad está siendo una experiencia completamente nueva. No así para su pareja, que tiene tres hijas fruto de una relación anterior.