María Pombo y Pablo Castellano esperan ilusionados la llegada de Martín. La cuenta atrás está llegando a su fin y en dos meses podrán poner cara al que será su primer hijo. Desde que la joven comunicara la buena nueva, la evolución de su embarazo ha acaparado un gran porcentaje de todo el contenido que sube en sus redes sociales. Cómo se enteró de que estaba embarazada, cuál es el sexo y el nombre del bebé, cómo han ido sus visitas al ginecólogo o cómo ha crecido su barriga, son algunos de los asuntos que ha expuesto con total naturalidad ante el millón y medio de personas que consumen todo lo que publica. Precisamente, sus followers han sido los protagonistas de los stories de esta semana de la influencer, que ha ido descubriendo –a través de un ‘preguntas y respuestas’- algunos detalles inéditos de su estado.
Una de las primeras cuestiones con la que se quiso explayar es sobre cómo se enteró de que lo que esperaba un niño. “Lo primero que piensas al quedarte embarazada es que esté todo bien. Pero cuando estás a punto de que te digan el sexo, es como cuando lanzas una moneda y te permites el lujo de querer elegir”, explicaba la mediana de las Pombo, que mantenía la ilusión de que su primer bebé fuera una chica. “Todo mi entorno me decía que seguro que iba a ser niña y yo quería niña. A Pablo le daba igual”. Cuando ya estaba en las semanas suficientes como para poder saber qué es lo que estaba esperando, pidió al ginecólogo que únicamente revelara el sexo a su cuñado Álvaro -el novio de su hermana Lucía-, que fue el encargado de comprar el característico confeti azul que anunciaría que las predicciones de su círculo más cercano eran erróneas.
Del mismo modo, María ha querido resolver la duda de una fan que le preguntaba directamente cuántos kilos había engordado durante este tiempo. “9 kg y subiendo”, aseguraba posando frente al espejo y dejando ver lo mucho que había crecido su tripa –causa principal y obvia de su aumento peso-. Pero este no es el único cambio que ha notado en su cuerpo la celebrity, que se aquejaba de las grandes dimensiones de su pecho: “se me hace muy difícil vestirme y lo peor es lo mucho que me pica”. Unas alteraciones en su figura que espera que desaparezcan tras dar a luz, ya que desea que su pecho “vuelva a ser lo que era antes”.
El nacimiento del primer hijo de Pablo y su mujer está previsto para el 2 de enero. La influencer acudía este jueves a su última consulta rutinaria donde ha comprobado que está todo en orden. Excepto una cosa. A través de las redes sociales ha explicado qué es lo que no está haciendo el pequeño y que debería de hacer cara al parto. “Nos han dicho que está perfecto, que está en el tamaño perfecto cómo siempre, lo que pasa es que todavía no se ha empezado a colocar”, informaba María, aclarando que está “sentadito muy cómodo” y debería ponerse boca abajo. Pese a todo, le han tranquilizado diciendo que “está dentro de lo normal” y que seguramente note “movimientos intensos” dentro de ella a partir de ahora a causa de esto.