Gastrosquisis, el defecto congénito que ha desarrollado el bebé de Lucía Villalón
Lucía Villalón espera su primer hijo con Gonzalo Melera
Los médicos han diagnosticado al bebé gastrosquisis, un defecto congénito por el que deberá ser operado nada más nacer
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Lucía Villalón y su chico, Gonzalo Melera, están de enhorabuena. La periodista ha comunicado en su cuenta de Instagram que se estrenarán en la paternidad en muy pocos meses. “¡+1 Bebé muy especial en camino!”, iniciaba así el extenso anuncio, adjuntando una fotografía donde se puede ver a la presentadora en el Coliseo Romano junto al jugador del Levante, que posaba su mano sobre la tripa de su chica.
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“No ha llegado todavía y ya le queremos como si estuviese aquí… ¡incluso más! Lo que estaba claro es que iba a ser especial. Este fin de semana hemos estado en la mejor ciudad que hay para rezar por nuestro bebé y para enseñarle que va a tener que ser fuerte y luchar más de la cuenta… ¡como un gladiador!”, explicaba acto seguido la razón principal por la que su primer hijo deberá ser, nada más venga al mundo, un auténtico luchador.
Los médicos han diagnosticado gastrosquisis al pequeño en la semana 14 de gestación, un defecto de nacimiento en la pared abdominal, en el cual los intestinos del bebé salen del cuerpo a través de un orificio al lado del ombligo. “Es algo de lo que no habíamos oído hablar jamás, pero en lo que nos vamos a hacer expertos”, comentaba Lucía, que explicaba a sus seguidores cuáles iban a ser las consecuencias de esta malformación.
El bebé de Lucía Villalón tendrá que ser operado nada más nacer
“Hay que rezar para que no vaya a más y ya sabemos que no se va a arreglar por sí solo; tendrá que nacer antes de tiempo, por cesárea y le tendrán que operar nada más nacer… se nos parte el alma solo de pensarlo… que tenga que pasar por algo así tan chiquitito, pero puede con esto y mucho más”, se mostraba optimista Villalón, que es consciente que deberán afrontar esta intervención con la misma fortaleza.
Cabe resaltar que la mayoría de los recién nacidos que son operados por este motivo, cuando se recuperan de la cirugía, suelen tener una vida completamente normal. “Por ahora sabemos que está bien, que no le duele ni sufre, que está tan tranquilo en mi tripa dando saltos y dándome náuseas y esperemos que así siga hasta que decida que quiere conocernos en persona. Y aquí estaremos esperándole, porque así le queremos todavía más si se puede”, afortunadamente no está produciendo ningún sufrimiento al feto.