Hace unos días, la segunda dosis de la vacuna contra el coronavirus le pasó más factura de lo esperado a Tamara Gorro. "Estoy fatal, tiradísima", asumió vía stories, donde sintió la empatía de tantas personas que han sufrido síntomas leves en las primeras 24 horas después de haber recibido la pauta completa. Con la intensidad que caracteriza a la influencer y a la que tanto sentido del humor le echa siempre, nos fue haciendo partícipes de su evolución casi al minuto. Sin embargo, al ver que el malestar proseguía, algún miembro de su familia virtual llegó a plantearse que su estado podría deberse a un embarazo, algo que la de Móstoles ha desmentido con rotundidad, explicando por qué esta posibilidad es absolutamente remota.
A este agotamiento generalizado le siguió un dolor "en la pierna y en el cachete izquierdo". Siendo consciente de que quizá estaba exagerando más de lo debido, la colaboradora de televisión planteó que no era para tanto y que a lo mejor era una cuestión de sugestión. "Igual no me duele y mi cabeza registra que me tiene que doler y me duele, pero bueno", verbalizó.
Según fue compartiendo su preocupación, que cada vez iba a más ("Me noto muy rara, excesivamente cansada, y no estoy haciendo nada más que estar todo el día en la piscina con mi familia"), el hecho de que esta sintomatología fuese más allá de la vacuna al haber sobrepasado el quinto día con ella puesta comenzó a ser una posibilidad para parte de sus seguidores, que ya se acercan a los dos millones.
Al día siguiente le cansaba hasta caminar. "Y eso que a mí no me tumba nadie, ya sean las seis de la mañana", reivindicó. De ahí que Tamara Gorro se creyese la posibilidad de que quizá estaba contagiada de coronavirus sin ella saberlo. Se realizó un test de antígenos ella misma para despejar dudas. Pero dio negativo. ¿Qué le sucedía entonces para que ese malestar no terminase?
Su familia virtual, siempre al pie del cañón, insistió. Los síntomas de la vacuna contra la covid-19 son impredecibles, y en algunos casos, aunque de forma excepcional, pueden alargarse semanas y hasta meses. Un final de vacaciones antes de la vuelta al cole y a la rutina que cerró con dolor de tripa, destemple y hasta vómitos. Y también con una aclaración, vistos los mensajes que estaba recibiendo: "No, no estoy embarazada (me lo habéis preguntado). Recordad que yo de manera natural no puedo".
El hecho de que se hable de un tercer hijo para Tamara Gorro y Ezequiel Garay, que tuvieron a Shaila a través de un proceso de gestación subrogada y a Antonio de forma natural, no es casual. Hace apenas unos días, la influencer comentó que ya están preparados para volver a ser padres.
Después de su fatídica experiencia con la adopción, algo que se vieron obligados a paralizar por una serie de motivos que se explican en el vídeo, la también presentadora está deseando tener otro bebé. "Tengo un óvulo fecundado en Estados Unidos, lo que pasa es que ahora la cosa no está como para viajar hasta allí", confesó, dejando que a medio plazo iniciarán un proceso de fertilidad para formar la familia numerosa.