{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
Es normal que, durante el embarazo, se produzcan una infinidad de cambios. Algunos de ellos se podrán entender más que otros, pero sí que es cierto que algunos de estos síntomas podrán llegar a preocuparnos. Uno de ellos tiene que ver con el flujo vaginal, que podrá llegar a ser más marrón que de costumbre. Este hecho será más común durante los primeros tres meses de embarazo, sobre todo durante las primeras semanas. Este flujo será marrón o rojo oscuro ya que estará compuesto por sangre vieja.
La aparición de este flujo se producirá por la implantación del huevo o del cigoto en el útero. Esta zona está llena de venas y capilares y, por eso, al producirse la implantación, alguno de estos capilares acaba rompiéndose, generando un pequeño sangrado. Esta sangre se acumulará y cuando sale se aprecia un tono más oscuro y amarronado.
Sí que es cierto que te podrás preguntar si es menstruación o es flujo. Este último es más ligero, menos intenso y puede durar horas o, incluso, varios días. En el caso de que se produzca durante los primeros meses de gestación, en el primer trimestre, y si no se tiene ninguna molestia, lo mejor será que te quedes tranquila. Este flujo es derivado de la implantación del embrión en la pared uterina, por lo que será algo totalmente normal.
Eso sí, cuando acudas al ginecólogo también podrás comentárselo para que sepa cómo actuar y tu situación personal, ya que existen algunos signos que pueden ser indicativo de alguna complicación. Este es el caso del flujo marrón abundante, si el tono amarronado va tornando a más rojo y si no tas un dolor más intenso y persistente.
Lo mejor será que, si notas ese flujo marrón, sigas haciendo vida normal. Este cesará pasados unos días. Además, si no viene acompañado de alguno de los síntomas comentados no deberás de preocuparte. Es más, este flujo es considerado uno de los síntomas más comunes del embarazo.