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Cuando los niños son pequeños hay que tener especial cuidado con el desarrollo de sus dientes. La salud bucal será muy importante y habrá que ir mucho más allá, ya que no bastará solamente con comprobar que nuestros pequeños no tienen caries, sino que habrá que prestar especial atención a sus encías, uno de los tejidos más importantes de la boca. Habrá que hacer todo lo posible para que no se produzca una gingivitis, es decir, una inflamación de las encías sin pérdida de soporte.
La gingivitis se da, en la mayoría de casos, porque se produce una acumulación de la placa bacteriana. Se trata de una enfermedad que es bastante común, aunque lo ideal será no dejarla aparecer. Y, como es obvio, además de los adultos, también podrá afectar a los más pequeños. Eso sí, en la mayoría de ocasiones, no tendrá que ser especialmente grave y serán pocos los niños los que lleguen a sufrir una periodontitis, es decir, el estado avanzado de la gingivitis con pérdida del hueso.
Las causas más comunes de una gingivitis infantil son variadas. Entre ellas podemos destacar el depósito de placa bacteriana, ya que la mayoría de las inflamaciones en las encías de los niños están producidas por la acumulación de la placa bacteriana debido a una higiene bucal inadecuada. Por eso, será muy importante que, aunque demos cierta libertad al pequeño a la hora de lavarse los dientes, siempre estemos muy pendientes de cómo lo hace. Si no lo realiza bien, la encía podrá estar hinchada, enrojecida y sangrará al tocarse. También, esta enfermedad podrá estar provocada por la presencia de caries, que provocarán cavidades que harán que sea bastante complicada la higiene oral en los niños. Por eso, será muy importante tratarlas, aunque los dientes de los pequeños sean de leche.
De la misma forma, los procesos de erupción y la caída de los dientes también provocarán la famosa gingivitis. La encía que se encuentra alrededor del diente de leche es más normal que esté inflamada y enrojecida, debido a que los niños dejan de cepillarse por esa zona al sentir ciertas molestias. Esta situación provoca que se acumule mucha más suciedad y que todo ese dolor empeore. Por eso, como ya hemos comentado, será tan importante ayudar y enseñarles a que se cepillen con mucho cuidado, ya que con una buena higiene es muy probable que todos los síntomas mejoren. Además de las ya mencionadas, también habrá otras causas de esa gingivitis que incomodará tanto a los niños.
Nos podemos encontrar que el pequeño padece alguna gingivitis asociada a otras infecciones, como la gingivoestomatitis, un cuadro clínico característico que está provocado por la infección primaria del virus del herpes simple (VHS). Esto será muy común en niños menores de tres años, aunque sí que es cierto que podrá darse a cualquier edad. También, se puede producir la gingivitis por consumo de fármacos y su inflamación se dará a partir del tercer mes de tratamiento provocando enrojecimiento, sangrado y volumen en las encías. Existe también la gingivitis generada por la propia pubertad, que podrá estar asociada a una higiene oral insuficiente, caries, respiración oral o recambio dentario. Para saber si el pequeño tiene gingivitis o no habrá que estar muy pendiente de sus síntomas y, sobre todo, conocerlos.
Por eso, habrá que ver si el niño sufre un cambio del color de sus encías, en su forma o si se produce sangrado durante el cepillado. También, es posible que el pequeño presente mal aliento, dolor cuando se presiona ligeramente la encía, así como abscesos. Aunque sí que es cierto que esto último se dará cuando el niño tenga una gingivitis en una etapa más avanzada. Habrá que tener claro que el sangrado constante del niño no se podrá considerar algo normal, ya que esto nos indicará que algo está sucediendo. Si fuera así, lo más recomendable será acudir a un dentista antes de que la situación empeore. Cuando la gingivitis está ya diagnosticada, lo mejor será una limpieza bucal que ayude a eliminar esa placa bacteriana y el sarro.
Lo primero que habrá que hacer será diagnosticar el tipo de placa, instruir en la técnica de cepillado oral correcta y una limpieza dental infantil. También, será muy importante instruir a los más pequeños en la prevención, ya que la mayoría de los problemas periodontales suelen comenzar en la infancia y en la adolescencia. Además, el buen ejemplo deberá comenzar en casa.