Helados caseros, la solución ideal para que los niños coman fruta casi sin darse cuenta
Los helados son una opción perfecta para hidratar a los niños y darles fruta sin que se aburran. Estos polos y helados caseros harán las delicias de la casa.
Si tienes problemas para que los niños tomen fruta en sus comidas, el verano es una época estupenda para conseguir introducirlas en la dieta. Con el calor, llegan sus ganas de polos y helados, y puedes aprovechar la coyuntura para elaborar tus propias opciones caseras y acostumbrarles a las maravillosas combinaciones frutales. Aquí van varias opciones que puedes probar en casa: tan solo necesitarás moldes, una batidora y espacio en el congelador.
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Polos de sandía y kiwi
Una opción veraniega que os llevará directos a una tumbona en la piscina. Para empezar, abre una sandía y córtala en cubos sin la cáscara, retirando también las semillas. Después, mételos en la batidura y tritúralos hasta que quede un zumo; llena con el líquido dos terceras partes de cada molde.
Mientras se congelan, corta y pela tres kiwis, mételos en la licuadora y tritúralos. Rellena la parte restante del molde con este zumo, ponles un palito en el medio e introdúcelos en el congelador unas dos horas, hasta que se endurezcan.
Polos de fresa y plátano
Este sabor no envejece nunca. Para hacer estos polos solo necesitamos un plátano maduro troceado, una docena de fresas cortadas y poco más de 120 mililitros de zumo de naranja. Una vez tengas los ingredientes preparados, introdúcelos en la batidora y lícualos hasta obtener una mezcla suave, que deberás verter en los moldes después.
Coloca un palito en el centro de cada uno y congélalos durante toda la tarde o noche, unas siete horas. Cuando los saques, será más complicado extraer los moldes; puedes pasarlos por el agua tibia del grifo para despegar el helado más fácilmente.
Polos de yogur
Si en casa nunca faltan los yogures cremosos, esta opción les encantará. Para preparar estos polos, necesitarás 250 gramos de yogur griego, unos 50 gramos de miel y 500 gramos de fruta al gusto (nosotras te recomendamos las fresas). Pásalo todo por la batidora y vierte el contenido sobre los moldes; mételos después al congelador durante unas 4 o 5 horas. Triunfarás.
Helado, helado
Si te mueres por un helado cremoso y prefieres dejar los polos para más adelante, también puedes hacer alguno con ingredientes que tengas por casa. Para prepararlos tan solo necesitas una batidora de vaso o un robot de cocina y un congelador, así como plátanos (serán la base del helado) y la fruta deshidratada que prefieras, como el dulcísimo dátil. En lo que respecta a este último, las variedades más tiernas son las mejores, ya que se integran mejor en la masa y no dejan trocitos sueltos perdidos por el helado.
Si hablamos de la fruta que dará sabor a nuestro helado, las más fáciles de incluir en estos helados son las que nos permiten obtener su pulpa limpia sin mucho lío. Es decir, sobre todo los cítricos, las frutas rojas o las cerezas, aunque tendremos que deshuesarlas primero, y los melocotones, mango, piñas… después, podrás añadir lo que quieras, desde cacao hasta almendras o escamas de sal. Todo es ir probando.
Por ejemplo, para preparar un helado de plátano y cacao tan solo necesitaremos una cucharada de cacao en polvo y dos plátanos maduros, que tendremos que pelar, trocear e incluir en un recipiente que introduciremos en el congelador durante unas tres horas. Pasado ese tiempo, se tritura la fruta con el cacao hasta obtener una crema. Si el resultado es demasiado líquido, podemos volver a dejarlo en el congelador.