Laura Escanes rompe a llorar tras separarse de su hija Roma: "El primer día fue demasiado bien para ser real"

Laura Escanes no lo está pasando bien al separarse de su hija Roma. A pesar de la primera decisión de no llevar a la pequeña a la escuela infantil, la influencer y su marido, Risto Mejide, han cambiado de opinión y han empezado ya con los días de adaptación. La pareja contaba en un primer momento que no veían “necesario” separarse de su bebé porque podían organizarse perfectamente para que estuviese siempre atendida. Además, desde que nació, hace un año y cuatro meses, cuentan con una persona de “absoluta confianza” que les ayuda cuando sus compromisos laborales les impiden hacerse cargo. Pero esta decisión ha cambiado y en este vídeo puedes ver cuáles han sido los motivos que les han hecho cambiar de opinión:

La influencer contaba entonces que es algo que le vendrá bien a su hija porque ya necesita “más actividad”, pero también es una decisión tomada por los proyectos personales que ha tenido que dejar de lado. “Ha llegado un momento que necesito hacer cosas para mí y avanzar un poco”, explicó en redes sociales.

Y el primer día llegó. Laura Escanes y la pequeña Roma comenzaron el proceso de adaptación y acudieron juntas a la escuela infantil para conocer a la profesora y ver las primeras interacciones con los niños. La mujer de Risto Mejide contaba entonces que estaba “muy contenta” y a la vez sentía “penita” por alejarse de su hija a la que considera “muy bebé pero a la vez muy mayor”.

Superada la primera prueba y tras ver que la pequeña Roma estuvo “muy contenta”, la influencer acudía por segunda vez pero, en esta ocasión, para dejar a la niña allí durante más tiempo. “Hoy segundo día y tengo que decir que sí ha llorado. Y yo más”, contaba a través de sus redes sociales con cara de preocupación. “Pero ya está bien, ya me han avisado que no ha vuelto a llorar y se ha quedado tranquila y bien”, añadía.

Mientras su hija en común con Risto Mejide disfrutaba de sus primeras horas en la escuela infantil, la influencer acudía a relajarse mientras se hacía un tratamiento facial, sin poder evitar seguir hablando del tema: “Veía a todos los niños que entraban corriendo y felices y digo ‘algún día será Roma’. Pero ay. Claro, ayer fue demasiado bien para ser real. Pero bueno, ni tan mal, me ha dicho que ni dos minutos ha llorado”, contaba a sus seguidores.