El otoño es época de lluvias, y cuando se tienen niños eso puede suponer pasar largas tardes en casa. Por mucho que un niño sea capaz de entretenerse solo (y no hablamos de la tablet), siempre estará encantado de que le propongas actividades que le saquen del posible aburrimiento. Y si son creativas, mejor.
En estos casos, las manualidades son siempre un gran acierto, aunque es posible que no siempre se te ocurra una para sorprenderles en el momento adecuado. Pues aquí tienes diferentes posibilidades, para todos los gustos y edades, que harán que los días de lluvia se llenen de creatividad sin necesidad de salir de casa.
Si buscas una manualidad relacionada con esta época del año, nada mejor que hacer vuestros propios árboles otoñales. Los colores ocres y rojizos de las hojas estos meses del año son de una belleza que podéis reproducir con pocos materiales. Además, tenéis la opción de hacer varios árboles en diferentes tamaños para crear todo un bosque.
Una manualidad que se convierte en un juego para utilizar siempre que quieran es siempre una gran idea, y más si se trata de un juego tan entretenido como el tres en raya. Da igual la edad que tengan tus hijos porque este juego siempre es divertido, y después de hacerlo con sus propias manos, tendrán aún más ganas de jugar una partida detrás de otra.
Esta es otra de esas manualidades que se puede terminar convirtiendo en uno de sus juguetes preferidos. Para hacer estas lupas de colores hacen falta pocos materiales y se pueden hacer en diferentes tamaños. Luego podrán utilizarlas para ver todo lo que hay en la casa de una manera sorprendente, al igual que llevarlas consigo para descubrir la ciudad con una nueva mirada.
Transformar elementos de la naturaleza en divertidos muñecos es una excelente idea. Además, podéis aprovechar vuestros paseos por el parque o por el campo para recopilar ramitas caídas. Cuando llegue el momento, les encantará rescatarlas para hacer esta manualidad tan original.
Los espantapájaros despiertan mucha fascinación en la infancia, ya que son los personajes de algunas de sus historias preferidas, como “El mago de Oz”. Seguro que les apetece muchísimo hacer una manualidad en la que puedan crear su propio espantapájaros, y luego seguir jugando con él el resto del día dejando volar la imaginación.
Esta es una de las manualidades más sencillas de hacer y de las más vistosas, además de ser muy entretenida. Normalmente quedan como objeto decorativo, pero los niños son tan creativos que seguramente las utilicen en alguno de sus muchos juegos, porque el resultado tiene algo de mágico que es irresistible.
Imagina qué bonito puede ser que les cuentes una historia acerca del poder de los atrapasueños para atrapar las pesadillas nocturnas, permitiendo que quien tenga uno duerma plácidamente cada noche. Y, a continuación, que hagan el suyo para ponerlo cerca de su cama. Seguro que les parece una manualidad apasionante.
Los objetos que permiten jugar con las luces y las sombras son de los preferidos de los niños, y con estos bloques translúcidos podrán hacerlo siempre que quieran. Probad con diferentes colores y tamaños, y luego jugad a combinarlos de diferentes maneras. Se les pasará el tiempo volando.
Conseguir que una manualidad parezca tener vida propia es todo un acierto, y eso es lo que ocurre con estas adorables ranas. Podéis hacerlas con cosas que, seguramente, ya tenéis en casa, como cartulinas, tijeras y pegamento. Y una vez hechas será el momento de ponerlas a saltar, como le corresponde a toda rana que se precie.