Desde pequeños es muy importante que los bebés se muevan y realicen algún tipo de ejercicio físico. Es por eso que la matronatación es tan recomendada, ya que el agua se convertirá en el mejor medio para jugar y aprender. Además, el lugar le recordará a aquellos meses que ha pasado el bebé en el útero, cuando se sentía seguro en el líquido amniótico.
Es en la matronatación cuando el pequeño desarrollará el reflejo natatorio, es decir, uno de los más primitivos y que irá desapareciendo con el paso de los meses. Aunque eso sí, hasta que esto suceda, ese movimiento de brazos y piernas, acompañará al bebé durante su crecimiento y desarrollo.
Esta práctica se convertirá en la forma de estimular al pequeño con un juego y con cierto aprendizaje en el agua. Además, el pequeño estará siempre acompañado de alguno de sus progenitores. La experiencia deberá durar entre quince y veinte minutos, lo suficiente para que el pequeño pueda nadar con más confianza y dominar las distintas destrezas en el agua.
Tanto el pequeño como su madre disfrutarán de una infinidad de beneficios. Entre ellos, el bebé sentirá esa cercanía de sus padres. La piscina logrará que los progenitores estén al tanto de lo que hace su hijo y, además, la comunicación será constante e intensa.
De la misma forma, el bebé sentirá una buenísima sensación. Tendrán mucha libertad, flotarán correctamente y no sentirá miedo o rechazo. Eso sí, habrá que evitar los movimientos bruscos que puedan asustarlo. Además, la piscina será el lugar donde el pequeño podrá desarrollarse completamente, disfrutando de esa libertad.
También, la matronatación será otra forma de ejercitar y fortalecer el corazón y los pulmones. De esta manera, se aumentará la resistencia y se sentirá más cómodo. Además, será un ejercicio que consumirá mucha energía, por lo que le abrirá el apetito y le ayudará a conciliar el sueño. Por tanto, será un buen ejercicio para hacer a primera hora de la mañana o a última de la tarde.
Habrá momentos en los que la natación no esté recomendada. Por ejemplo, antes de los cuatro meses. Esto se debe a que su sistema inmunitario no está del todo formado y, además, no ha terminado con toda la vacunación. También, habrá que tener en cuenta que la matronatación se deberá llevar a cabo en aquellas piscinas que estén acondicionadas para ello.