Dos meses después del nacimiento del pequeño Archie, los Duques de Sussex han celebrado el bautizo de su hijo en una ceremonia muy íntima de la que solo se han podido conocer algunos detalles a partir de dos bonitas fotografías familiares que los propios Meghan Markle y el príncipe Harry han colgado en su cuenta oficial de Instagram.
A partir de ahí trascendían algunos de los detalles mejor guardados de esta ceremonia que ha tenido lugar en la capilla del castillo de Windsor y que ha sido cuidadosamente preservada por los padres al querer proteger la privacidad de su pequeño en todo momento.
En el mismo lugar en el que hace más de un año se dieron el "sí, quiero" Meghan Markle y el príncipe Harry han acudido para el bautizo de Archie el círculo más íntimo y familiar de la pareja: en torno a unas 25 personas entre las que han tenido un papel relevante los abuelos Doria Ragland y el príncipe Carlos de Inglaterra, su mujer Camilla Parker, los Duques de Cambridge y la niñera de los príncipes Harry y Guillermo, Tiggy Legge-Bourke.
El bautizo oficiado por el Arzobispo de Canterbury, Justin Welby ha seguido manteniendo una tradición familiar en relación al vestido que ha llevado en este especial momento el pequeño Archie Harrison. Tal como se indicaba en la única publicación oficial que ha dado información sobre el evento, el pequeño era bautizado con una réplica hecha a mano del vestido que han usado los infantes reales en los bautismos durante los últimos once años. Una prenda de encargo hecha con satén blanco que la Reina Victoria encargó en 1841 y que se ha venido usando durante generaciones hasta que en 2004 se decidió hacer esta réplica a mano. El objetivo de esto es preservar el frágil atuendo histórico para que su tradición continúe.
Del mismo modo que veíamos a Archie enfundando en su traje de bautizo, las dos imágenes familiares publicadas nos han dejado ver los estilismos de los otros grandes protagonistas. Para esta gran ocasión Meghan Markle se ha decantando por un sencillo diseño en blanco de Dior con cuello redondo y manga francesa, acompañado de un tocado de rejilla a juego.
El blanco también ha sido la apuesta de la Duquesa de Cornualles y el toque de color lo ha puesto Kate Middleton que ha escogido un diseño en rosa de Stella McCartney de manga larga y lazo al cuello al que le ha puesto más intensidad con los zapatos y la banda rojiza que llevaba a juego en el pelo.
Pese a tratarse de un evento muy íntimo una de las presencias más destacables que faltaba en las fotografías publicadas fue las de los Reyes de Inglaterra. La reina Isabel fue la gran ausente por tener que asistir a varios compromisos en ese día que no le permitieron estar junto a su bisnieto.
Otra de las incógnitas que no se ha despejado con la publicación de las fotografías ha sido la de los nombres de los padrinos en el bautizo. Esa incógnita no se ha desvelado por deseo propio de los Duques de Sussex que han manifestado en todo momento que el nombre de los padrinos quedará en secreto.
Y, aunque la privacidad del bautizo era una norma, la fiesta en las calles de Windsor fue inevitable y desde primera hora los más fieles admiradores se congregaron en las calles a la espera de poder captar algún momento tras la ceremonia.