Método Waldorf, mucha imaginación y poca tecnología: ventajas e inconvenientes de este sistema pedagógico

El método Waldorf es un sistema pedagógico que está basado en una filosofía educativa que desarrolló el filósofo Rudolf Steiner. Este sistema señala que el aprendizaje es algo interdisciplinario, donde están integrados tanto el saber práctico como artístico. Además, se coordina con los ritmos naturales del día a día. Por eso, se le da una gran importancia a la imaginación en ese proceso de aprendizaje, desarrollando procesos mentales que incluyen componentes analíticos y creativos. Su objetivo se basará en proporcionar a los jóvenes una base, donde se podrán desarrollar de manera libre, moral y como individuos integrados. Además, los profesores tienen la libertad en la escuela de definir su currículum, dentro de las estructuras colegiadas.

La primera escuela Waldorf abrió sus puertas en el año 1919 y ahora hay más de mil en todo el mundo. Estas se encuentran en sesenta países distribuidos por todo el mundo y formando uno de los sistemas independientes más grandes que se conocen. Este tipo de educación también está muy extendido en Estados Unidos, donde nos podemos encontrar escuelas y guarderías que siguen este método. Además, ha sido adoptado por un gran número de profesores, tanto en las escuelas privadas como en las públicas. Respecto a la estructura de la educación, esta sigue los pasos del modelo pedagógico de desarrollo infantil de Steiner, describiendo tres niveles de desarrollo.

Lo primero que señala es que el aprendizaje en los primeros años de infancia es empírico, imitativo y está basado en los sentidos. Además, la educación lo que hará será enfatizar el aprendizaje a través de las actividades prácticas. En la escuela, de los siete a los catorce años, el aprendizaje tendrá un enfoque artístico e imaginativo y se potenciará la expresión artística y esa vía imaginativa de los niños. Durante la adolescencia, se tendrá que proceder al desarrollo intelectual y del pensamiento ético. También, habrá que tomar ciertas responsabilidades sociales.

El aprendizaje de este método en las guarderías y en los primeros años de la escuela se realiza a través de la imitación y el ejemplo. Para ello, la mayor parte del tiempo se dedica a juegos libres y, durante las clases, se incluyen materiales naturales y se anima a todo el mundo a participar, sin barreras. Los pedagogos que siguen este método consideran que este tipo de entornos lo que hacen es ayudar al niño a que crezcan físicamente, emocional e intelectualmente. También, se incorporarán a las clases, momentos de juego en el exterior para que el niño disfrute de todo lo que le puede aportar la naturaleza y en las distintas estaciones del año. Además, en las escuelas Waldorf, el desarrollo de la lengua se realiza a través de canciones, poemas y juegos con movimiento.

Lo más normal es que el profesor cuente a sus alumnos un cuento de memoria. También, desde este tipo de método se desaconseja que los niños tengan acceso directo a la televisión, a los ordenadores y a cualquier otro tipo de tecnología que les pueda distraer. Piensan que esto podrá ser perjudicial para el desarrollo cognitivo del pequeño. Además, es tradición en las escuelas que se sigue el método que se celebren las distintas fiestas del año, como Halloween, Pascua o Navidad. Por eso, se incorporan un gran abanico de tradiciones culturales y de todas las religiones presentes en la región donde se encuentren.

La siguiente etapa educativa del método Waldorf comenzará a partir de los siete años, cuando se incluirán las artes visuales, movimiento artístico y trabajos manuales. También, comenzarán a estudiar dos lenguas extranjeras y los conceptos se introducirán, por primera vez, mediante historias e imágenes. De entrada, no utilizarán libros de texto, ya que cada alumno compondrá, dibujará y escribirá su propio cuaderno de cada materia. El día escolar comenzará con una lección académica de una duración de una hora y media o dos. Se realizará una introducción que incluirá cantar, música instrumental, recitar poesía, práctica de matemáticas y lenguaje artístico. Además, será fundamental el papel del maestro-tutor, que se responsabilizará de los niños durante todo el curso. Eso sí, permitirá variaciones individuales en el ritmo de aprendizaje, ya que cada niño entenderá un concepto o adquirirá una destreza cuando esté preparado. Por eso, se priorizará la cooperación a la competición.

Aunque parezca un método perfecto sí que tiene ciertos inconvenientes. Por ejemplo, los niños no tendrán acceso a las nuevas tecnologías, por lo que no podrán familiarizarse con las mismas, a pesar de que estarán en constante contacto con ellas. También, este tipo de métodos suele causar cierto estrés, ya que los niños tienen que mantenerse ocupados a todas horas y esto será complicado. También, hay muchos colegios que afirman que se rigen por la metodología Waldorf, pero a la hora de la verdad esto no es así. Por eso, tendremos que llevar a nuestros hijos a un centro en el que confiemos al cien por cien.