Vemos a menudo cómo los niños y niñas, al nacer, reciben un nombre que está de moda y que resulta de lo más actual. De hecho, los listados con los nombres más populares para un recién nacido, sea niño o niña, se renuevan cada año y son apreciables las tendencias en determinadas épocas.
Pero también hay muchos padres o madres que quieren mantenerse al margen de las modas y que buscan prefieren poner a su bebé un nombre antiguo, que no pierda el toque clásico, y del que están seguros que no habrá ni masificación ni arrepentimiento con el paso de los años. Si perteneces a este grupo y estás buscando inspiración, aquí tienes un listado de nombres antiguos de niños y niñas que pueden gustarte para tu futuro bebé.
Basilio: procede de la palabra griega “basileios”, que significa “rey” o “que pertenece a la realeza. La versión rusa, Vasili, aún es muy utilizada en la actualidad.
Ciriaco: procede del griego “kirios”, que significa “señor”. En latín el equivalente es Dominico, que ha pasado al español como Domingo.
Dionisio: es la versión en castellano del griego “Mitóman”, que significa el que se consagra a un dios, y más en concreto a Dionisio, el dios del vino.
Eutimio: el significado de este nombre, “el que tiene buen corazón”; es uno de los más bonitos entre los nombres antiguos. Procede del griego “euthimos” y fue muy utilizado por las primeras comunidades cristianas.
Justo: procede del latín “iustus”, que significa “unánime”. También se traduce como “apegado estrictamente al derecho”: Es un nombre muy utilizado por los cristianos para sus santos, y también existe como apellido.
Leandro: tiene origen latino y significa “hombre león”. Es famoso por ser uno de los protagonistas de un relato de la mitología griega que habla de dos amantes separados.
Primitivo: es ideal para llamar así al primero de tus hijos, siguiendo la tradición romana de llamar a los descendientes según el orden de su nacimiento. Y Primitivo significa “en primer lugar” o “el primero”:
Silvestre: además de ser muy especial por su significado, que es “salvaje” o “de la selva”, ha sido un nombre muy utilizado entre papas católicos. Procede del latín “silvestris”.
Amalia: significa “tierna” y “suave”. Precede del griego “amalos” y entre los siglos XVI y XIX fue muy utilizado entre las familias aristócratas europeas.
Azucena: al igual que el nombre Susana, procede del árabe Shushan. En español significa “lirio”, pero si atendemos a su origen árabe, también significa “alegría”.
Berta: tiene un significado de lo más sugerente, que es brillante o resplandeciente, y nos encanta pensar en una niña con un nombre así. Es la evolución de la palabra germana “berth”, y fue muy utilizado entre los siglos V y VI.
Brígida: así se llamaba la diosa celta del fuego y pronto pasó a ser un nombre utilizado por los cristianos. De hecho, su popularidad se debe a la santa con el mismo nombre, cuyo significado es “la fuerte”.
Elvira: se extendió gracias al “Cantar de Mío Cid”, el primero épico de nuestra lengua. Doña Elvira era una de las hijas del protagonista, Rodrigo Díaz de Vivar, y su nombre, de origen germano, significa “lanza amable”.
Hipólita: en la mitología griega así se llamaba la hija de Ares, el dios de la guerra, y era la reina de las amazonas. Este nombre está compuesto por dos términos, y su traducción sería “la que libera a los caballos”.
Matilde: actualmente es más utilizado Matilda, pero Matilde fue muy popular en la Edad Media entre la nobleza y la monarquía europea. Es un nombre de origen germano y significa “guerrera valiente”.
Ramona: la versión femenina de Ramón fue muy utilizada en el siglo pasado. Ramón, a su vez, procede de Raimundo, un nombre de origen germano que, convertido en Ramona, significaría “protegida por el consejo”.