La intensidad del dolor y otras diferencias de la otitis externa y otitis media
La otitis es una complicación que suele darse en los niños y que provoca fuertes dolores.
Podemos diferenciar entre una otitis externa y una otitis media, dependiendo de por qué se produzca la infección.
La otitis es una inflamación del oído causada por una infección. El tipo más común que se suele dar es la otitis media, aunque también nos podemos encontrar con otras variantes. Esta inflamación suele afectar a los niños pequeños, en su mayoría, por lo que será muy frecuente encontrarla entre los más pequeños. Aún así, muchos padres siguen asustándose debido a que es una afección muy dolorosa que provoca lloros continuados. La otitis debe su nombre a la infección que está localizada en la piel y que recubre el conducto auditivo externo. Los gérmenes que causan la infección suelen venir del exterior, como del agua de las piscinas. Por ello, cuando más se suele dar esta afección es en los meses de verano.
El tratamiento para la otitis serán las gotas óticas, ya que puede provocar graves dolores y rara vez, fiebre. El signo más típico de que se está produciendo una otitis es que, al presionar el oído o simplemente al tocar la oreja, se quejen del dolor. Lo más normal, al ser pequeños, es que comiencen a llorar. Por ello, habrá que tratar el dolor. Lo mejor será que lleves a tu hijo a un especialista para que le recete el tratamiento adecuado a sus síntomas. Además, debes estar muy pendiente de cómo va evolucionando la infección, ya que, si no está controlada, la salud de tu hijo podrá complicarse. Eso sí, la infección no suele extenderse hasta el tímpano.
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Cuándo se da la otitis externa
La otitis externa suele producirse en los meses de la temporada estival porque es cuando se abren las piscinas y las playas se llenan de gente. Por tanto, el principal desencadenante será el exceso de humedad, que provocará la proliferación de los gérmenes. Aunque la calidad del agua será muy importante en cuanto a la aparición de la otitis, lo cierto es que las bacterias que se encuentran en el oído pueden estar esperando a que se den las condiciones para reproducirse. En estos casos, cualquier baño, y no necesariamente en la piscina o en la playa, puede provocar que aparezca. Como ya hemos comentado, será la humedad la que favorecerá la aparición de la otitis, pero también podrá ser provocada por pequeños traumatismos, por tener la piel muy seca o la escasez de cera.
Por eso, lo más recomendable será que no te obsesiones con la limpieza de los oídos, ya que la cera hace de barrera protectora de todos los agentes externos. Respecto al tratamiento, lo más normal será que se recete analgésicos y gotas óticas antibióticas. Con estos dos medicamentos suele ser suficiente para acabar con el dolor y la infección. Eso sí, habrá que ser muy constante y cumplir con los días de tratamiento establecido. Además, no habrá que sumergir la cabeza durante esos días, que normalmente se alargará hasta una semana. Sí que es cierto que la otitis se puede prevenir, aunque no será cien por cien eficaz. Lo primero que habrá que hacer será limpiar y secar con una toalla el conducto auditivo después de cada baño. También, habrá que evitar el uso de bastoncillos, que no será nada recomendable, ni para los niños ni para los adultos.
Qué es la otitis media
Por eso, habrá que evitar cualquier utensilio que presione la cera, ya que puede hacer que se desarrolle un gran tapón en la zona del tímpano. El uso de tapones sí que es cierto que genera gran controversia y varios especialistas apuntan a que estos no serán nada recomendables y, además, no les harán ninguna gracia a los más pequeños. Otros especialistas recomiendan la aplicación de un ácido acético al dos por ciento en el conducto auditivo tras cada baño. Como ya hemos comentado, además de la otitis externa también existe la otitis media. Esta es propia del otoño o del invierno y suele estar provocada por otras complicaciones, como los catarros o los mocos. Por ello, las bacterias vendrán del interior de la boca o de la nariz. Es muy probable que este tipo de otitis comience con un constipado y que, con el paso del tiempo, los mocos se acumulen en las Trompas de Eustaquio.
Por eso, en ese momento se podrá observar cómo el niño tiene el tímpano muy enrojecido y esto puede complicarse si se acumula demasiado moco. Por eso, el niño comenzará a sentir una gran presión y con un dolor intenso y con pequeños pinchazos. Si la otitis no está muy desarrollada se tratará con un Ibuprofeno, aunque si está muy avanzada, el médico le recetará antibióticos orales. Aún así, lo mejor será que acudas a un profesional para que revise el oído de tu hijo y sepa qué tratamiento se ajusta más a sus síntomas.