A lo largo de los nueve años que llevan juntos, Pilar Rubio y Sergio Ramos han formado una familia numerosa. Tras el nacimiento de su cuarto hijo, Máximo Adriano, la presentadora confirmaba que no tendrán más bebés: "Definitivamente cerramos el cupo, creo que ya hemos hecho lo que podíamos por la natalidad". A pesar de que muchos pensaron que buscarían una niña, la mujer del futbolista confesaba que no lo echa de menos porque sus cuatro hijos son "muy diferentes" y se lo pasa muy bien con ellos.
A través de su cuenta de Instagram, Pilar Rubio ha compartido con sus seguidores un bonito posado junto a sus cuatro hijos. En él aparece Sergio Junior, que es el mayor de los cuatro y tiene siete años; Marco, que tiene cinco años; Alejandro, que tiene tres años; y Máximo Adriano que cumplió su primer año el verano pasado. "Ya no son bebés, son cuatro hombrecitos maravillosos", ha dicho Pilar.
Los fans de la pareja no han dudado en comentar este posado familiar en el que falta Sergio Ramos. "Maravilla de familia habéis formado", "Qué guapos todos", "Cómo crecen" o "Preciosos los cuatros" son algunos de los mensajes que ha recibido. Otros de sus seguidores se han fijado en el parecido de cada niño, asegurando que "los dos rubios" (Marco y Máximo Adriano) son iguales que su madre.
En una entrevista exclusiva para divinity.es que puedes recordar en este vídeo, la presentadora nos contaba que lo que peor lleva de la maternidad es la falta de sueño. "Ese es un problema. Me levanto por la mañana y digo: 'Da igual, tienes que hacerlo, así que intenta disfrutarlo'. Y ya está. No me planteo nada más porque si empiezo a pensar qué cansada estoy, se me cierran los ojos...", nos confesaba.
Además, la mujer de Sergio Ramos nos explicaba que no ha sufrido una depresión postparto como tal, pero sí ha tenido "altibajos" por el nivel de cansancio de acumulas al ser madre. "Yo le he dado el pecho a los cuatro y eso implica pasar las noches sin dormir y pendiente de un recién nacido, que es la cosa más vulnerable del mundo", explica la presentadora, que recuerda noches en las directamente no se ponía ni el pijama. "Decía: '¿Para qué? Si no me voy a ir a dormir'. Yo tenía que estar a los pies de una cuna. Iba empalmando día con día y eso te merma en energía y el estado de humor puede mermarte un poco. Son momentos pequeños en la larga vida de una mujer", nos contaba en esta entrevista.