María Pombo utilizaba sus redes sociales para lanzar una pregunta a sus seguidores: “¿Es normal perder vista después de ser madre?”. Con esta pregunta, la influencer hacía público un problema que llevaba notando desde hacía unas semanas. Pero, ¿es real la preocupación de María? ¿Es cierto que se puede perder visión durante el postparto? Esta pregunta también se la han hecho muchas mujeres durante toda su vida y se ha convertido en una afirmación que ha perdurado con el paso del tiempo.

Es cierto que, durante los meses de gestación, la mujer podrá sufrir algunos problemas de salud, como la diabetes gestacional, la hipertensión arterial, la preeclampsia o la anemia. Eso sí, muchas mujeres desconocen que estos problemas pueden llegar a afectar a su salud ocular, produciéndose molestias en los ojos, alteraciones en la vida y cambios en la graduación.

Durante el embarazo, uno de los trastornos más frecuentes es la sequedad ocular, debido a los distintos cambios hormonales que se producen en esta etapa. Esta sequedad puede llegar a mantenerse durante la lactancia, pero, una vez que finaliza esta etapa, suele desaparecer. Sobre todo, cuando vuelven los distintos periodos menstruales. Este ojo seco se produce debido a un déficit en la secreción de las lágrimas o debido a su mala calidad. Los principales síntomas de esta complicación son la sensación de sequedad, el picor, el cansancio ocular, la visión borrosa y la fotofobia.

Además de la sequedad, durante el embarazo, también se pueden producir distintas variaciones en la graduación, así como pérdida de visión. Por tanto, las mujeres miopes pueden experimentar un aumento en su graduación, aunque no en todos los casos será así. También, este cambio en la graduación puede ser transitorio o no. Cabe destacar que las mujeres que presentan defectos de visión previos al embarazo tienen un mayor riesgo de sufrir estas complicaciones tras dar a luz.

Sí que es cierto que algunos especialistas recomiendan aplazar la operación para corregir la miopía a aquellas mujeres que están pensando en tener hijos. Otro aspecto que tendrá que tener en cuenta la mujer es si tiene diabetes. Esta enfermedad aumenta, en general, las probabilidades de sufrir algunas enfermedades oculares. Por eso, durante el embarazo será muy importante tener esto en mente y tomar las medidas necesarias para prevenirla o detectarla a tiempo.

Así, las mujeres que sufran de diabetes podrán sufrir retinopatía diabética, que se da cuando los vasos sanguíneos de la retina resultan dañados como consecuencia de la descomposición metabólica de la diabetes y el mantenimiento de niveles altos de glucemia. Eso sí, si no se controla bien puede llegar a causar la pérdida de la visión. Además, esta enfermedad no suele provocar síntomas hasta que no está avanzada. Eso sí, será muy importante que las mujeres embarazadas, ante cualquier síntoma, acudan al especialista para que le realicen una revisión completa.

En el caso de las mujeres diabéticas tendrán que seguir con sus visitas oftalmológicas de control que vienen estipuladas por el oftalmólogo y el endocrinólogo. Por tanto, una vez habiendo tenido todo esto en cuenta, podemos responder a varias preguntas. ¿Es cierto que el embarazo y la lactancia pueden empeorar la visión? La verdad es que no, no hay ningún estudio que haya comprobado que esto está relacionado. La mayoría de trastornos de visión, como puede ser la miopía, son problemas congénitos debido a una predisposición.

Sí que es cierto que durante esos meses de gestación puede suceder que la mujer vea borroso, ya que esto se puede deber a una carencia de hierro, que causa un mayor cansancio en los ojos y una disminución de la calidad de la imagen. También, como hemos comentado, se puede presentar una sensación de sequedad ocular y, además, será normal ver destellos, ya que puede ser un síntoma de problema de visión. Las causas pueden ser diversas, como depender de una mayor solicitación de la retina o saltos de tensión.

Si este tipo de episodios se repiten durante el día será muy importante hacerse un control oftalmológico. Además, este fenómeno se asocia a un aumento general de la tensión arterial y, también, puede deberse a una señal de alarma de la preeclampsia. Por tanto, durante el embarazo será muy importante acudir al oftalmólogo para que tener controladas todas estas complicaciones. De esta manera, no tendremos que preocuparnos por los efectos que pueda provocar en el postparto y durante la lactancia.