La línea púrpura en el parto: qué es y cómo identificarla para saber si estamos dilatadas o no

Para saber que ya estamos preparadas para el parto, nuestro cuerpo nos proporcionará distintas indicaciones. Una de ellas será la dilatación, donde nos indicará que ya queda poco tiempo para verle la carita al bebé que está a punto de venir al mundo. Es por eso que los especialistas tendrán que realizar un seguimiento de cómo se encuentra la dilatación y cuál será el momento en el que la madre esté preparada para dar a luz.

Una de las alternativas al tacto vaginal para saber en qué fase del parto se encuentra la madre es la línea púrpura. Aunque eso sí, debemos saber que el más utilizado será el tacto vaginal, que servirá para saber en el punto en el que se encuentra la mujer. Esta suele ser especialmente incómoda y, en la mayoría de ocasiones, hasta dolorosa.

Es por eso que la línea púrpura se presenta como una alternativa a esta exploración. Esta se basará en la observación de una línea que se encuentra entre el final del ano y el coxis.

Esta parte, justo antes del parto, no tendrá ningún color en especial. Puede ser que se muestre como una zona más con una tonalidad menos definida o más clarita. Eso sí, una vez que la mujer ya está preparada para el parto, esta irá cambiando de tonalidad. Cuando más dilatado esté el útero, más crecerá esa línea y más tornará en un color púrpura.

Es por eso que cuánto más larga esté, más cerca estará el momento del parto. Así, la línea púrpura comenzará a hacerse más visible cuando la dilatación se encuentre en unos dos centímetros. Esto significará que el parto no es incipiente y que todavía queda un tiempo para dar la bienvenida al bebé. La dilatación irá hacia adelante hasta que llegue a los 10 centímetros, que será el momento en el que el cuerpo ya esté preparado para el parto.

Sí que es cierto que la tonalidad de la línea variará dependiendo del color de la piel de la mujer. Para saber si tenemos que fiarnos o no de nuestro color de la línea tendremos que observar cómo está unas semanas antes. Eso sí, debe ser un especialista quien nos indique si estamos de parto o no y, por eso, para una correcta observación, la mujer se tendrá que poner sobre las piernas y los brazos en una superficie y pueda verse la línea con cierta nitidez.